La Guía Repsol propone nuevos 'soletes' para recorrer todos los rincones de España y perderse en ellos en estas vacaciones de Semana Santa. Unos 'soletes' nacidos para recomendar restaurantes, bares, heladerías y tabernas populares de toda la vida.
En esta nueva edición, la séptima de sus 'soletes', la Guía Repsol ha viajado a pueblos y ciudades donde disfrutar de la gastronomía. Bajo la calificación de "soletes para perderse", la conocida guía gastronómica ha aglutinado bares y restaurantes para comer o tomar algo en las pueblos de todas las provincias españolas.
Casas de comidas con guisos tradicionales en medio de un valle recóndito, hornos donde comprar productos tradicionales de los que habla toda la comarca desde hace varias décadas... Los soletes para perderse "se centran en las zonas donde las cocinas siguen las recetas de siempre sin darle mayor importancia, las conversaciones entre los comensales llevan un ritmo más tranquilo y los paseos antes o después de la comida solo pueden mejorar la experiencia".
Siguiendo la pista de estos soletes los usuarios de la Guía Repsol "podrán encontrar rincones que nada tienen que ver con los escenarios de su día a día", apunta la publicación.
Siguiendo la misma filosofía con la que nacieron estos reconocimientos, este listado "arroja luz sobre esos lugares amables y asequibles" que ayudan a conocer mejor nuestro territorio.
Como en anteriores ediciones, la distinción más joven de Guía Repsol homenajea a cocinas y barras donde se lleva haciendo lo mismo muy bien durante años sin esperar condecoraciones y también aúpa aperturas valientes, creativas y aptas para todos los bolsillos.
En Álava, la Guía Repsol ha elegido estos seis restaurantes rurales como sus lugares "para perderse":
- Valderejo Etxea (Valdegovía): "Jorge López regenta este bar, restaurante y alojamiento, refugio cálido y sabroso en el Parque de Valderejo. Cocina con fundamento en formato 'pintxo', plato y entre pan y pan"
- Atabaka (Zuia): "Unión de naturaleza y cocina con toques de autor en lo alto de las Peñas de Oro, junto al santuario del mismo nombre. Pero también choricillo al infierno, hamburguesas, menú del día..."
- Ariño (Labastida): "Muros de piedra y vigas de madera enmarcan una acogedora estética rústica donde mandan la cocina tradicional, casera, el trato cercano y los precios aptos para todos los bolsillos"
- Sidrería Araia (Asparrena): "Todo el sabor de las sidrerías tradicionales vascas en plena Llanada Alavesa. Con su menú típico, incluido el chuletón, y el anuncio de sidra al ‘txotx’ durante todo el año"
- Obenkun (Valle de Arana): "Cocina casera para todos los bolsillos. El bar se anuncia especializado en cordero, cochinillo y merluza al horno de leña, pero va más allá y elabora su propio queso Idiazábal"
- Ruperto (Amurrio): "Cocina casera y agradable terraza en un establecimiento que hace buenos los tópicos sobre la generosidad y la glotonería del pueblo vasco, incluso en el pantagruélico menú del día"
"Qué gusto llegar a un destino y saber que hay un bar auténtico o una casa de comidas de toda la vida en el que vas a estar de maravilla, con un ticket asequible y productos locales, que te sitúan en el territorio y te hablan de sus raíces y su cultura. Los 'soletes' son esos lugares que soñamos encontrar cuando emprendemos un viaje, ya sea para pasar el día o para recorrer una comarca. Reflejan la implantación que tiene la cocina en España, porque llegan a cualquier rincón, y las ganas de disfrutar que tenemos todos", ha explicado la directora de Guía Repsol, María Ritter.
Ya son más de 3.000 los establecimientos distinguidos con un solete. Dos listados se centraron en las terrazas y las heladerías donde exprimir el verano, el siguiente en los guisos otoñales y las barras de diario y otro, hace justo un año, enfocado en las paradas durante el viaje de carretera. Los soletes de barrio, publicados en otoño del año pasado, reivindicaban los negocios en los que transcurría el día a día de la gente en las grandes ciudades. Ahora le llega el turno a los habitantes de los pueblos.