Salud minimiza la huelga ya que "el 90% de los sanitarios ha ido a trabajar"

El segundo día de huelga en Osakidetza no colapsó el funcionamiento del Servicio Vasco de Salud. Angelina se pudo poner su inyección mensual en el ojo en el hospital, Alberto acudió a ser visto por su médico rehabilitador en el ambulatorio y Julia se sometió a la analítica programada. Con menos actividad, eso sí, que un día normal, los ciudadanos vascos sintieron poco el paro convocado en toda la red asistencial. Sin embargo, los sindicatos calificaron de "histórico" el seguimiento a la convocatoria, mientras que Osakidetza volvió (al igual que ya hiciera el pasado viernes) a desinflar la respuesta y aseguró que solo un 9% de la plantilla había secundado el paro.

Con la precariedad y la falta de personal como leitmotiv, los sindicatos insistieron en demandar más negociación y más medios. Asimismo exigieron una Mesa Sectorial en la que haya una negociación "real y con contenidos sobre los problemas estructurales de Osakidetza".

"No hay recortes"

Por su parte, la consejera Gotzone Sagardui, valoró las movilizaciones. "El 90% de los trabajadores que tenían que ir a trabajar, han ido", declaró a última hora en una entrevista en Radio Bilbao. Además aclaró que "no se puede decir que las condiciones laborales no sean buenas". "Es verdad que están muy cansados, ¿cómo no lo van a estar? Pero no hay recortes en Osakidetza". Así aseguró que en 2021 el presupuesto se incrementó en un 6% y este año ha crecido un 4%. Igualmente recordó que la falta en algunos centros de profesionales como médicos de Familia o pediatras se debe "a que no hay facultativos de estas especialidades para cubrir vacantes o vacaciones".

Sobre las quejas de temporalidad, indicó que "nuestro compromiso es real. Queremos ofrecer un empleo estable y de calidad y por eso en la OPE estamos incrementando las plazas el máximo que nos permite la ley, intentado priorizar las categorías con más vacantes a ocupar", subrayó.

Pero ambas partes mantienen posturas diametralmente opuestas. Tras celebrar manifestaciones en las tres capitales vascas, los sindicatos Satse, ELA, LAB, CCOO y UGT aseguraron que la huelga fue del 100% en el hospital de Basurto en servicios como Anatomía Patológica, la "topera" de celadores y las consultas de traumatología; en el hospital de Cruces en Urgencias y en el quirófano de traumatología; en el hospital Galdakao entre los fisioterapeutas y servicio de cocina, medicina interna del Hospital Zumarraga; y se cerraron quirófanos en Txagorritxu y Zumarraga. Según las centrales, fue destacable la huelga en la Atención Primaria, con centros que permanecieron sin atención al público, como el de Arangoiti, San Adrian y Bolueta o Gernika.

En cambio, la dirección de Osakidetza cifró el seguimiento de la huelga en un 9% en el turno de mañana. Bizkaia fue donde alcanzó más repercusión la movilización, un 10%, seguido de Araba, con un 8% y Gipuzkoa con un 7%. En cuanto a las categorías profesionales, según Salud, el 7,7% de los médicos y un 9% de la plantilla de enfermería paró. Entre el resto de categorías la adhesión a la jornada de paro fue del 11%. En el turno de tarde, las cifras prácticamente calcaron las de la mañana.

Neutralizar la huelga

Sobre la discrepancia tan sustancial en el seguimiento, los sindicatos denunciaron "un nuevo intento de neutralizar, impedir y atacar el derecho a la huelga". Asimismo argumentaron que "Osakidetza hace los cálculos sobre la plantilla total, y no de los que pueden hacer huelga, ya que se deben cumplir los servicios mínimos". Porque de nuevo la huelga no afectó a los servicios relacionados con la pandemia, los rastreos, extracciones y vacunación, donde el Gobierno vasco había fijado unos servicios mínimos del 100 %, al igual que en los Puntos de Atención Continuada (PAC), las emergencias y en la limpieza. Por otro lado, en los ambulatorios debía trabajar el personal que habitualmente lo hace un sábado y en la atención telefónica, la mitad.

Los sindicatos insistieron en que el seguimiento fue "muy importante". "Y eso tiene que hacer recapacitar a Osakidetza", comentó Arkaitz Herreros (ELA). "Estamos en el cierre de una fase histórica de huelgas en el Servicio Vasco de Salud porque la plantilla le está diciendo alto y claro a la dirección que está harta, que la situación es grave, viene de lejos y necesita soluciones urgentes ya".

Las centrales, recalcó Amaia Mayor (Satse), tienen "el firme propósito para una negociación, pero real, en una mesa sectorial presencial, para abordar los problemas graves de la plantilla y disminuir la precariedad, que tiene una repercusión directa en los servicios públicos que recibe la ciudadanía". "La sociedad está de nuestro lado, y lo ha demostrado en las manifestaciones del sábado", subrayaron.

Tras las huelgas y las manifestaciones, los representantes sindicales invitaron a Osakidetza unánimemente a que "se ponga las pilas" y negocie más medios, sobre todo personales.

Ante la justificación de Osakidetza de que ha sido la pandemia la causante de los problemas, recordaron que ya antes del coronavirus, en 2019, hicieron tres jornadas de huelga para demandar más recursos para la Atención Primaria, por lo tanto "los defectos que hay en Osakidetza son estructurales" .