La propuesta de bajada lineal de las ratios (escolares por aula) en todas las etapas educativas ha concitado una inusual unidad sindical y política. Sólo el PSN, partido mayoritario del Gobierno y que ostenta la consejería de Educación, mostró su rechazo a una reducción línea, al no considerarla “ni adecuada ni progresista”.
Todos los sindicatos que integran la mesa sectorial de Educación (LAB, Steilas, Afapna, ANPE, CCOO, ELA y UGT) han exigido esta mañana en el Parlamento la necesidad “urgente” de rebajar las ratios para mejorar la calidad y la atención al alumnado. Tal y como han recordado, Navarra es la CCAA con más escolares censados con necesidades específicas de apoyo educativo (el 30% del total) , de los cuales el 75% está en centros públicos, lo que en su opinión “exige una respuesta del Departamento de Educación que debe pasar, entre otras medidas, por una reducción de ratios aplicable desde 2023-24”. A los grupos les han pedido “sensibilidad” para que apoyen esta petición en su ámbito de actuación y, si es necesario, en la próxima legislatura.
La propuesta que han presentado a los grupos parlamentarios y que ya han trasladado al Departamento plantean reducir de 25 a 20 escolares por aula en Infantil y Primaria; de 30 a 23 en ESO;de 33 a 25 en Bachillerato; de 20 a 15 en FP y de 14 a 8 en FP Básica.
Sin recursos para alumnado de incorporación tardía
Los sindicatos aseguran que una reducción de las ratios mejoraría la calidad en la atención educativa de todo el alumnado, en especial, de aquel que presenta necesidades específicas de apoyo educativo ya que favorecería una educación personalizada. En este sentido, el respresentante de ANPE, Carlos Rodrigo, ha afirmado que “no se pueda dar la misma atención” a los alumnos si estos son muchos que cuando son menos, como recoge el pacto Educativo al respecto, cuyos “incumplimientos” denunciaron. Asimismo, Rodrigo ha señalado que “esta preocupación por mejorar las ratios ha llevado a acuerdos entre administraciones públicas y sindicatos en otras CCAA”.
Por su parte, Mónica Olmos, de Afapna, ha asegurado que “en la escuela pública debe existir un compromiso político para favorecer una equilibrada integración del alumnado” y llamó la atención acerca de la matrícula sobrevenida durante el curso, “un goteo constante de alumnos” que llega a partir de septiembre. “Son unos 2.000 alumnos los que este curso se han incorporado fuera de las fechas de matriculación ordinaria. Estos escolares, en muchos casos presentan dificultades con el idioma o dificultades de aprendizaje, que son atendidas con los mismos recursos dotados en septiembre”, ha explicado.
Por parte Steilas, Raúl Lopez ha incidido en ese trabajo “extra” de los profesores con reuniones con familias o trabajos que corregir fuera del aula, y en las bondades de una relación más cercana con el alumno que propician las ratios más bajas, que además favorece la identificación de sus peculiaridades. Su compañero Josu Arraiz, de LAB, ha puesto en valor la unidad sindical en torno a este asunto por lo que pidió a Educación que el próximo curso pueden verse “las primeras medidas reales y efectivas” de la bajada de ratios “lineal y generalizada”. Es algo urgente e inaplazable”, ha afirmado Arraiz tras apelar a que el próximo Gobierno, “sea cual sea, tendrá la obligación de incluirlo en su agenda y dar una respuesta satisfactoria”.
Por último, los sindicatos advirtieron de que con una bajada de ratios se evitaría el cierre de aulas y de centros, en un escenario de disminución de la natalidad, y se constribuiría a la estabilización de las plantillas.
Respaldo político
Aunque como le recordó el portavoz de LAB “con UPN se incrementaron las ratios”, el regionalista Pedro González, ha defendido la bajada de ratios ya que “evitaría el cierre de aulas y centros y mejoraría la respuesta educativa al alumnado con necesidades de aprendizaje”. Desde Geroa Bai, María Solana ha recordado que en la anterior legislatura se acometió una rebaja lineal de ratios y se hizo, remarcí, “acordando que ello no conllevaría un aumento de aulas concertadas en Navarra”. Por su parte, Bakartxo Ruiz, de EH Bildu, ha asegurado que “nadie pondrá en duda que las ratios en la educación es un indicador importante de calidad, igual que en otros servicios, y bajar las ratios facilita avanzar en calidad” y tildó de “razonable” la propuesta sindical. Más cauto se ha mostrado el socialista Jorge Aguirre quien considera que “una rebaja de ratios lineal y por grupo no es progresista ni la más adecuada” y defendió que la reducción tenga que ver con “la equidad y la innovación”.