La política de vivienda se está demostrando una de las más dolorosas piedras en el zapato del Gobierno de Pedro Sánchez. O, para ser más exactos, de la parte socialista del gabinete, pues hasta Sumar viene protagonizando sonoros desmarques en la materia.
#Rentista
Belarra ataca a la ministra
Y si la plataforma de la vicepresidenta segunda es dura, Podemos roza lo despiadado, y no muestra el menor empacho en llegar a lo personal en sus diatribas.
“Ustedes defienden a los rentistas porque son rentistas, ministra ¡Bajen los alquileres!”, ha espetado a Isabel Rodríguez tanto desde su atril como desde su cuenta en X la secretaria general de la formación morada, Ione Belarra. En su intervención en la cámara, ha sido más concreta en la acusación. “Como usted, que tiene tres viviendas”, ha especificado Belarra, tras enumerar las propiedades de otros miembros del Gobierno de Pedro Sánchez.
#ElChaléDeGalapagar
Rodríguez se defiende
La invectiva de la portavoz de Podemos ha hecho mella en la ministra, como se ha podido ver en la áspera réplica desde la tribuna de oradores, con alusión directa al inmueble en que viven el fundador de la formación de izquierdas, Pablo Iglesias, y su pareja, la exministra y hoy eurodiputada Irene Montero.
“Le interesan mucho mis propiedades. Yo le diré que con mis tres propiedades que usted ha mencionado, pues no tengo ni para pagar la mitad del chalet de Galapagar”, se defendía atacando Rodríguez.
#NosTomanPorIdiotas
El refranero de Rufián
El portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, no llegó a los límites de aspereza de Podemos, pero también fue incisivo con la ministra, a la que acusó de combatir el problema de la vivienda a base de “frases motivacionales” y ayudas al alquiler que van al bolsillo de los caseros. Para él la fórmula es "cabrear a la ultraderecha”. Como adorno de su intervención, un ripio: “Entre capullos y gaviotas nos toman por idiotas”. Tal cual lo ha dicho.
#BetikoKoldarrak
Otro ataque a un batzoki
Después de los ataques del pasado fin de semana a los batzokis de Barakaldo y Errekalde, el martes le tocó el turno al de Galdakao, que amaneció con una pintada en la que se acusaba al PNV de ser “cómplice del sionismo”. Con infinita paciencia, los jeltzales volvían a condenar la agresión y a pedir respeto a “los cobardes de siempre”.