¿Cuántos continentes hay en el mundo? ¿Cinco, seis o siete? La pregunta parece sencilla, pero encierra una complejidad y diversidad de opiniones que complican enormemente la respuesta. Durante la infancia, a muchos de nosotros nos enseñaron en el colegio que, efectivamente, había cinco continentes: América, Europa, Asia, África y Oceanía. Éste ha sido uno de los consensos más habituales, lo que coincide además con el símbolo de las anillas de los Juegos Olímpicos, una por cada continente. Sin embargo, la división de América en dos (Sur y Norte) y la suma de la Antártida, el continente blanco, eleva el número a seis y siete respectivamente.
Con las Siete Cumbres, las montañas más elevadas de cada continente, ocurre un debate parecido: ¿son seis o siete? En este caso dependerá de si partimos en dos mitades el continente americano o si lo dejamos estar como un solo bloque. La opción mayoritaria y que da nombre al mayúsculo desafío es 'Seven Summits', lo que incluye, además del cerro Aconcagua de la cordillera de los Andes (6.962 metros), el Denali o monte McKinley de Alaska, con una altitud de más de 6.190 metros. El resto de los picos que rozan el cielo son el monte Everest (8.848 metros, China y Nepal); el monte Kilimanjaro (5.892 metros, Tanzania), el monte Elbrús (5.642, Rusia), el macizo de Vinson (4.897 metros, Antártida) y monte Jaya o Carstensz (4.884 metros, Nueva Guinea).
Con este listado también existen varias versiones, aunque la que se ha mostrado es la que concita mayor acuerdo. El mítico alpinista italiano Reinhold Messner, de 78 años, fue uno de los impulsores de esta variante. No estamos hablando de un montañista más, sino de todo un pionero del alpinismo: en su currículum figura haber sido la primera persona en subir los 14 ochomiles (de 1970 a 1986) a pleno pulmón, entre otros muchos hitos. A esta institución del alpinismo le concedieron el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes en 2018. La lista de Messner cuenta con el sobrenombre de 'Lista Carstensz', ya que contiene el monte situado en Nueva Guinea y que, a juicio de los expertos, es el que plantea mayores dificultades técnicas para alcanzar la cima.
El listado original, no obstante, corresponde al alpinista y empresario estadounidense Richard Bass. En los años 80, este hombre de negocios y aventurero nato ideó este peculiar ranking con la elección del monte Kosciuszko (2.228 metros) como punto discordante. Ubicado en la Gran Cordillera Divisoria y emplazado en el parque nacional Kosciuszko de Australia, es la montaña más alta de la Australia continental. Su libro, 'Seven Summits', le dio el empujón definitivo a esta serie de cumbres que ya en los años 50 del siglo pasado habían despertado el interés de montañeros expertos. En 1986, el canadiense Pat Morrow se convirtió en la primera persona en completar 'Lista Carstensz' de las Siete Cumbres. Messner replicó la ruta y se inclinó por esta variante debido a que presentaba una mayor dificultad.
Por su parte, Junko Tabei fue la primera mujer en conquistar las siete cumbres más altas del mundo en 1992. La alpinista japonesa había coronado el Everest en 1975 con una expedición femenina y logró derribar muchos prejuicios alrededor de las supuestas limitaciones físicas de las mujeres. Ella misma era un ejemplo de superación: apenas medía un metro y medio de estatura, pero gracias a su impresionante fuerza mental logró acallar muchas bocas y abrió el camino a que otras mujeres siguieran su camino.
Pack turístico
"Cerca de la cima siempre hay mil excusas para bajarse y una sola razón para subir". La cita corresponde al alpinista madrileño Ramón Portilla, que ascendió a las Siete Cumbres entre los años 80 y 90. Primero, partió desde el Aconcagua en 1986, escaló al Everest en 1992 y terminó la odisea en las montañas del Cáucaso en 1994. Ocho años y siete techos después, Portilla narró la aventura de su vida en el libro 'Las Siete Cumbres', publicado en 2005. El creador de 'Al Filo de lo Imposible' de La 2, Sebastián Álvaro, destaca que en la publicación de su colega “siempre está presente un cálido sentimiento hacia las montañas y hacia las personas que las habitan y escalan. Con espectaculares imágenes en color y croquis de rutas a las cumbres más altas de los siete continentes”.
Como con todo lo que rodea al alpinismo del siglo XXI, las Siete Cumbres no son inmunes al ansia de mercado y la turistificación. Sin ir más lejos, la web sevensummits.com, compuesta por un grupo de montañeros profesionales, ofrece excursiones a cada una de las cimas. Los precios de estos paquetes turísticos no son para nada asequibles y van desde los 5.000 dólares de la ascensión al Elbrús a los 44.000 dólares de la Antártida o los 65.000 dólares del Everest.