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Araba

Los templos del tardeo en Vitoria

De Mateo de Moraza al Casco Viejo, el poteo de tarde regresa este doble puente festivo a los bares
Gente en el exterior de los bares de Mateo de Moraza
Gente en el exterior de los bares de Mateo de Moraza

Camino del centro, Marian comenta a su pareja que ayer por la tarde la Virgen Blanca estaba petada de gente. Ha sido la tónica general del puente de diciembre. Las carpas de Ardoaraba animaron primero a degustar diferentes variedades de vinos; las luces navideñas invitan a permanecer en la calle sin luz natural y los salteados días festivos a alargar la tarde al calor de los bares. Son fechas aptas para los excesos y ya casi nadie quiere encerrarse en casa. Así las cosas, el poteo vitoriano de tarde ha despertado esta larga semana de doble puente. Y los hosteleros adaptan sus locales para atraer este boom de consumidores de siete a diez o doce de la noche que también se dio en verano.

Si algo cambió el toque de queda de la pandemia del covid fue el modus operandi para salir de marcha y, aunque los chavales continúan alargando el ocio nocturno hasta bien entrada la madrugada, las generaciones entradas en los 30, 40 y 50 se decantan ahora por el denominado tardeo, además de por el tradicional vermú del mediodía.

De Mateo de Moraza a la 'Cuesta'

Basta darse una vuelta por las calles que desembocan en la Virgen Blanca para comprobar cómo distintas generaciones de gasteiztarras comparten mesa y barra en el Kobatxa, Gasteiz Bi o La Comarca de Mateo de Moraza, uno de los templos del tardeo en cuyos establecimientos no cesa la música. A la salida del Toloño, la cuadrilla de Blanca se encuentra con la de su cuñado y se toman un trago en un local del Machete antes de continuar cada uno por su lado hacia la Cuesta, petada de gente como había mencionado Marian a su pareja.

La parte más hostelera del Casco Viejo: Cuchi, Zapa, Pinto, Corre..., centro neurálgico tradicional del poteo de vermú y del ocio nocturno, también se apuntó en pandemia al terraceo para no tener que bajar la persiana de forma definitiva, al igual que ahora se suma al ambiente de tarde, que fluye desde el Txistu y el Txolarre hasta La Riojana con parada en Jango y Parral si, por ejemplo, se avanza por Cuchi, donde los tasqueros tratan de reinventarse. Sin embargo, el tardeo no muere en las estrechas y sombrías calles y cantones de la almendra medieval sino que avanza por los bares de Siervas hasta la Fuente de los Patos, de un lado, y hacia el museo Artium, de otro.

En Lakua y Zabalgana

Además, este despertar del poteo de tarde no se circunscribe únicamente al centro de Gasteiz, ya que también se disfruta en establecimientos hosteleros de Lakua, Salburua y Zabalgana, barrios en los que residen familias jóvenes que muchos sábados por la tarde deciden quedarse en sus barrios a tomar copas por Aldaia, Mariturri, los aledaños de la calle Donostia y la plaza Zumaia o los bares de la zona de Telefónica.

Bares de poteo que se mezclan con la amplia gama de establecimientos que sientan a la mesa a comensales que celebran la inminente llegada de la Navidad sin salirse del recorrido habitual de ocio. Ya el año pasado, los hosteleros colgaron pronto el cartel de todo completo en sus comedores; este año, no ha sido menos y las citas de amigos, familias y compañeros de trabajo para comer y cenar están reservadas desde hace semanas, ya que este diciembre deja menos fines de semana libres antes de Nochebuena y Nochevieja, que caen en sábado.

Así las cosas, el puente de diciembre que hoy se acaba parece que sólo ha sido la antesala del poteo de tarde que se avecina las próximas semanas.

2022-12-12T12:02:02+01:00
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