Acabaron las fiestas de Vitoria y la ciudad se ha quedado a medio gas, con numerosos comercios, bares y restaurantes cerrados.
Sin embargo, a pesar de que la ciudad respira una mayor tranquilidad en las carreteras y con mucha menos gente por sus calles, hay profesiones que nunca cierran en agosto.
Son muchos los trabajadores que se mantienen al pie del cañón durante todo el año, incluido el verano, como sanitarios, policías, bomberos, y un largo etcétera.
Sin olvidar a los repartidores. Todos los días siguen buscando dónde aparcar el camión o la furgoneta para repartir a primera hora de la mañana, de tal modo que lo largo del día los comercios estén a punto y listos para atender a sus clientes.
Es el caso del Mercadillo de Coronación, que se ha mantenido abierto el mes de agosto, hasta donde varios repartidores llegan todas las mañanas con carne, pescado y numerosos productos para la charcutería, pescadería y carnicería.
Además de mencionar a los repartidores de butano, que siguen llevando las bombonas a las casas.
Aunque hoy en día, el cambio de cocinas en los hogares, que han pasado de butano a inducción en muchos casos, ha provocado que los repartidores no se vean como antes.
Eso sí, el butano siguen siendo una opción en restaurantes y demás establecimientos de comida, ya que garantiza mejores opciones a la hora de cocinar.