El grupo ultra del Anderlecht Mauves Army 2003 ha pedido disculpas a su club y al resto de su afición en un comunicado que ha hecho público hace unos pocos minutos. Llama poderosamente la atención que en el mismo no hacen ninguna mención a los seguidores blanquiazules afectados por los lanzamientos de objetos tras romper la cristalera de la zona visitante ni a la propia Real Sociedad.
Eso sí, reconocen los hechos y que no pudieron controlar a sus miembros y afirman que trabajarán y se esforzarán para que no se vuelvan a repetir las terribles escenas que se vivieron en el estadio de Anoeta.
El comunicado
Este es el comunicado que han emitido:
"Nos comunicamos hoy con gran pesar, plenamente conscientes de las consecuencias de las acciones de algunos de nuestros miembros. El viaje número 400 del grupo a San Sebastián, que iba a ser una celebración, se convirtió literalmente en una pesadilla.
Desde el 21 de enero de 2003, hemos trabajado duro para que el grupo y su plataforma sean respetados por toda la escena de Anderlecht y que nuestras canciones resuenen para impulsar a nuestro equipo. Totalmente voluntarios, sin contar nuestras horas e impulsados por un único objetivo: promocionar la RSCA y sus stands. Un grupo apasionado y cariñoso que quiere crear emoción con eventos a gran escala y actividades variadas.
El jueves pasado, colectivamente fallamos en controlar el comportamiento de algunos de nuestros miembros. NO tenemos excusas y solo podemos reconocer los hechos. Ese día se produjeron muchos acontecimientos que crearon una situación que desgraciadamente escapó a nuestro control y que subestimamos. La estupidez se ha apoderado de la razón.
Más acostumbrados a expresar nuestros sentimientos a través de nuestros tifos o pancartas, con este comunicado de prensa queremos ofrecer nuestras más sinceras disculpas. Al club, con quien hemos construido una relación de confianza en las últimas temporadas, a los jugadores y a todo el público de Anderlecht.
Condenamos enérgicamente el comportamiento de los involucrados y, como grupo, asumiremos toda la responsabilidad. No nos hacemos ilusiones. Tendremos que enfrentar la tormenta que nos hemos disparado y llevará tiempo reparar los errores. No hemos comprometido a hacerlo.
En 45 minutos pasamos de ver un estadio entero cantando a la gloria de nuestro 20 aniversario "Es un aperitivo todo el año", a una reacción colectiva comprensible este domingo durante el Clásico. Es hora de que aprendamos internamente las lecciones de este fiasco y adoptar las medidas necesarias para garantizar el futuro del grupo".