La sociedad vasca muestra una actitud contraria a las casas de apuestas y juegos de azar en redes sociales, a excepción de la Lotería de Navidad. De hecho, las asocian a problemas de adicción, empobrecimiento y su impacto negativo en las familias y se vinculan con “cuestiones moralmente reprobables”.
Son las principales conclusiones del último informe del Observatorio Vasco del Juego, dedicado este año al Estudio sobre las representaciones sociales del juego en la esfera pública digital vasca, hecho público ayer por el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka.
El acto se celebró en el marco de la jornada Redes Sociales y Juego que, por el Día Internacional del Juego Responsable, que se celebra cada año en el mes de febrero. Junto a Erkoreka, asistieron a la jornada el director de Juego y Espectáculos, Aitor Uriarte, el vicerrector del campus de Bizkaia de la UPV/EHU, Gorka Moreno, y el viceconsejero de Seguridad, Rodrigo Gartzia, entre otros.
Se han estudiado casi cinco millones de publicaciones en euskera y castellano que desde octubre de 2022 y durante seis meses se subieron a X (antes Twitter). De esa forma, se han investigado las tendencias y narrativas de los juegos de azar en la esfera publica digital de Euskadi y concluido que la mayor parte de los discursos que se publican en la red “son negativos” o “muy negativos”.
Sin embargo, aunque la mayor parte de los vascos tiene una idea negativa sobre el juego y las apuestas en Internet, los adolescentes tienen “como referentes” a gamers y valoran socialmente a quienes consiguen ganar dinero con sus apuestas. Y es precisamente el público al que se dirigen las empresas para tratar de captar nuevos jugadores.
Aunque el estudio ha detectado la “ausencia total” de discursos y mensajes “explícitos” en Internet de defensa de las casas de apuestas o los juegos de azar, incluso por parte de las propias empresas del sector, la estrategia de las empresas asociadas al sector del juego es promocionar sus productos, eventos, sorteos y juegos “con enfoques exageradamente positivos y enfáticos dirigidos a captar público joven”.
En esta misma línea, Erkoreka subrayó que, dentro de ese comportamiento, “empresas y jugadores invitan al juego y tratan de ganar clientes en la red utilizando los códigos lingüísticos de esos jóvenes”.