Los vascos han puntuado con un 7,5 en una escala de 0 a 10 su satisfacción con la vida en general, aunque los que están por encima de la media son los que pertenecen a una clase social alta o media-alta y los que están por debajo a las más bajas.
El Instituto Vasco de Estadística -Eustat- ha publicado este miércoles una encuesta sobre el bienestar personal que refleja que la satisfacción de la población con su vasca apenas ha variado entre 2017 y 2022.
Las parejas son más felices
Según el tipo de familia, las mejores puntuaciones se dan en las parejas, tanto con hijos como sin hijos convivientes (7,6 y 7,7, respectivamente), frente a las familias unipersonales o padres y madres solos con algún hijo (7,1).
Los hombres (7,5) se muestran más satisfechos que las mujeres (7,4), mientras que a nivel territorial no se aprecian diferencias (7,5 en todos los territorios).
El colectivo de las personas ocupadas muestra una de las puntuaciones más altas (7,6) en contraposición a las personas paradas 6,7, que arrojan el dato más bajo.
La valoración de la vida propia, es decir, la consideración de que la vida de cada cual merece la pena, se puntúa en promedio con un 7,7 y es calificada de "alta" por el 60,8 % de la población, frente al 3,4% que la considera "baja".
Los hombres puntúan el valor de la vida con un 7,8, nota ligeramente mayor que la de las mujeres con un 7,7, mientras que a nivel territorial son las personas residentes en Álava (7,8) las que más valoran su vida frente a Gipuzkoa y Bizkaia (7,7 en ambos casos).
Aspectos mejor valorados
Las relaciones personales, uno de los aspectos más valorados (7,5), alcanza la puntuación máxima (7,7) entre las personas que declaran buena salud o se consideran de clase alta y media-alta, apreciándose la nota mínima (6,9) entre las que manifiestan que su salud es mala.
Las personas paradas (7,3) valoran menos las relaciones personales que las ocupadas o inactivas (7,6 en ambos casos), mientras que no se observan diferencias entre hombres y mujeres (7,5 en ambos casos) ni por territorio de residencia (7,5).
Otro de los indicadores medidos es el de la satisfacción con la vivienda y el entorno (una media de 7,3) y los mejores valores se obtienen entre las personas que se declaran de clase social alta o media-alta (7,8),
Los hombres (7,5) están más satisfechos que las mujeres (7,2).
Por territorios, son las personas que residen en Álava las que obtienen la mayor nota (7,6), frente a las residentes en Bizkaia o Gipuzkoa (7,3 en ambos casos).
Un 6,2 para el estado de ánimo
El indicador de Estado de ánimo alcanza una media de 6,2 para el conjunto la población y obtiene el valor más bajo entre las personas que declaran mala salud (4,9) y el más alto entre quienes la valoran como buena (6,6). Este indicador mejora cuanto más elevada es la clase social declarada y la salud percibida.
Las personas nacidas en Araba o Bizkaia son las que se sienten menos animadas.
Las personas de 65 o más años son las que se sienten más satisfechas con su tiempo de ocio (7,9) mientras que las comprendidas entre los 35 a 49 años obtienen la nota más baja (6,1).
Confianza en los poderes públicos
En cuanto a los poderes públicos, solo un 6,3 % de la población confía mucho en ellos frente al 36,4 % que confía poco. Entre los grupos poblacionales que aprueban a los poderes públicos se encuentran las personas residentes en Álava (5) y las procedentes de otras comunidades o extranjeras (5 y 5,5, respectivamente).
También lo hacen las personas mayores de 65 años (5) y aquellas que se consideran de clase alta o media alta (5,2).
La confianza de las mujeres (4,8) es ligeramente mayor que la de los hombres (4,7).
En cuanto a la edad, son las personas mayores de 65 años quienes más confían en el sistema político, judicial o en la policía.