Cerca de 15.000 vehículos, de ellos un 5% de transporte pesado, atraviesan cada día la localidad de Muxika por la Bi-635. El municipio queda dividido en dos, lo que supone que para usar servicios como los buzones de correos o los contenedores de reciclaje, los vecinos y vecinas tengan que esperar "hasta veinte minutos", según la alcaldesa de Muxika, Begoña Enbeitia, para cruzar la carretera.
Viviendas sin acceso, dificultad para acceder a los transportes públicos como el tren, el autobús o las paradas de taxi, o estrechos arcenes que ponen en peligro a los peatones que se ven obligados a desplazarse a pie por esta peligrosa vía, son sólo algunas de las reclamaciones que hacen los vecinos de la localidad.
"En Gorozika hay unos 150 habitantes, los que van a la estación de tren tienen que pasar por una calzada en la que no caben", denuncia José Ramón Larrucea, voluntario de Stop Violencia Vial. En el barrio de Zugastieta ocurre algo similar, "hay otras 450 personas que tienen el mismo problema o peor para ir a la estación".
Todas estas demandas han sido presentadas, junto con las firmas de vecinos y vecinas del municipio, personalmente por Larrucea ante el Ayuntamiento y la Diputación Foral de Bizkaia. "Me dicen que tienen proyectos, pero que no tienen presupuesto", se lamenta, "y en la Diputación me dien que eso es cosa del Ayuntamiento".
El consistorio de Muxika, que lleva cuatro años prestando especial atención a los problemas de movilidad, ha tomado nota de las reclamaciones de José Ramón y de los habitantes del municipio. "Algunos proyectos se están dibujando y otros se han presentado a la Diputación, y están a la espera de recibir luz verde y confinanciación", ha declarado la alcaldesa, Begoña Enbeitia.
Hasta el momento, se han habilitado semáforos, aceras y tramos de bidegorri en algunos tramos de la carretera. Además, hay otros proyectos que están a la espera de recibir la aprobación de la Diputación, según explica Enbeitia, como la unión de la estación de tren desde el barrio de Zugastieta hasta la entrada de Gorozika, o comunicar los barrios Oka y Ariatza con un carril bici "porque en ese tramo el arcén es muy estrecho y es inseguro andar por ahí". Entre los planes del Ayuntamiento también se encuentra habilitar varias paradas de autobús más cómodas "con marquesinas para que sea más seguro", ha explicado Enbeitia.