Los Veintisiete han adoptado formalmente este viernes la decisión de suspender el acuerdo de facilitación de visados con Rusia lo que supondrá restringir desde el próximo lunes los permisos para turistas rusos en la Unión Europea, que serán más difíciles de conseguir y pasarán a valer 80 euros.
De esta forma, la UE aprueba la propuesta hecha por la Comisión Europea esta misma semana siguiendo el acuerdo político de los ministros de Exteriores, que discutieron esta cuestión en Praga la semana previa a propuesta de los socios bálticos y Finlandia.
En la práctica esta decisión supone que desde el lunes, cuando entrará en vigor la norma, la tasa de solicitud de visado costará 80 euros, desde los 35 euros actuales, será necesario presentar más documentos, habrá mayores tiempos de tramitación y reglas más restrictivas para la emisión de permisos de entradas múltiples.
Desde la UE alegan que un convenio de este tipo se mantiene con países con los que se mantiene una relación de confianza y se comparten valores, unos puentes que ha quebrado Rusia con la invasión militar de Ucrania.
ACUERDO DE BÁLTICOS Y POLONIA PARA VETAR EL TURISMO RUSO
La opción de suspender el acuerdo de facilitación de visados con Rusia era el punto de encuentro entre países de la UE que pedían una prohibición total, como Finlandia y los bálticos, y aquellos receptores de turismo que reclaman ser más selectivos.
Eso sí, la Comisión Europea ha dado manga ancha a los Estados miembros para imponer restricciones adicionales y denegar la entrada a personas que consideren un riesgo para su seguridad. Bruselas publicará una orientación para garantizar la coordinación entre Estados miembros, aunque ya ha avanzado que podrán revisar los visados existentes.
En esta línea, los gobiernos de Estonia, Letonia, Lituania y Polonia anunciaron este jueves una prohibición "temporal" de entrada a estos países de ciudadanos rusos, incluidos los que tengan visados emitidos por países del espacio Schengen, desde el 19 de septiembre, en medio de las medidas punitivas contra Moscú por la invasión de Ucrania.