Bizkaia

Los vizcainos vuelven a disfrutar de la barra del bar

Dos hombres consumen en la barra del bar Víctor en la Plaza Nueva de Bilbao.

Desde hoy, si no fuese por la mascarilla que aún sigue siendo obligatoria en interiores, parece que la normalidad ha vuelto, casi por completo, para los vizcainos. En las barras de los bares se vuelven a ver clientes apoyados leyendo el periódico, tomándose un café para afrontar este lunes de San Valentín o comiendo una tortilla de buena mañana.

"La gente está más animada, volvemos a retomar la normalidad, entre comillas, y por lo menos sin restricciones estamos más tranquilos, no solo nosotros sino también los clientes", señala Iñigo Pla del bar Toma y Daka de la Plaza Nueva de Bilbao.

Las consumiciones en barra se iban sucediendo a lo largo de la mañana, txakolis, cafés y tortillas se consumían apoyados en la barra. "Le gente tenía ganas desde hace tiempo de consumir en barra", asegura Iñigo."A partir de hoy respiramos tranquilos, la gente está más cómoda así", apunta mientras toca la barra de madera esperanzado para que la eliminación de las medidas "continúe durante mucho tiempo".

Desde el mítico bar Víctor confiesan que aunque "el consumo en barra no es mucho, la gente que es habitual ya sabía que hoy se quitaban las restricciones y eso hace que algunos de los que suelen venir a pedir sí que se quedan en la barra". "Es de agradecer que las restricciones hayan terminado en el sentido de que la gente pueda volver a consumir en barra", apunta.

En cuanto a la relajación de medidas respecto al trabajo diario de los hosteleros, aseguran que "para nosotros es mucho mejor, mucho más rápido, más eficiente. De esta manera no hacemos perder tanto tiempo a la gente obligándola a que se siente u obligándola a cumplir determinadas normas que en cierto sentido a la gente le cohíbe y le puede llegar a molestar".

Los amantes de la barra, de potear de pie, de juntarse decenas de personas en una misma mesa vuelven, desde hoy, a disfrutar de los bares como antes, con la libertad de siempre, la de decidir dónde y cómo consumir.

Y es que, desde hoy, cinco, diez, quince o incluso veinte clientes pueden sentarse juntos en una mesa. Ya no hay límite. "Se agradece mucho poder quedar con quien quieras sin tener que dividirse en varias mesas. Este viernes quedaremos toda la cuadrilla, que somos 16, para celebrar poder tomar unas cañas en la misma mesa", cuenta alegre Marina Martín mientras toma un café.

Alejandro Roble, por su parte, ha optado esta mañana por volver a la barra, ya que para él "es un sitio especial". "Desde aquí veo todo el bar, quién entra, quién sale y puedo charlar con el camarero, lo que hace que este ratito que por las mañanas me tomo para mí sea diferente al de sentarte en una mesa solo", explica.

Sin embargo, también hay quien sigue reticente a consumir dentro de los bares. Es el caso de Maialen Moura, que a pesar de la posibilidad de desayunar dentro del local, ha preferido hacerlo en la terraza. "Ya me he acostumbrado, puedo estar todo el tiempo sin la mascarilla sintiéndome más segura que dentro. Somos animales de costumbres y ya tampoco me supone tanto estar fuera. Al principio, cuando hacía mucho frío costaba más y lo hacía", explica.

Clientes y hosteleros agradecen la vuelta a la normalidad y confían que la relajación de medidas se extienda en el tiempo para disfrutar como nunca y, a su vez, como siempre, de los bares.

15/02/2022