Los interlocutores de los sectores conservador y progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han celebrado este viernes una primera reunión informal para iniciar las negociaciones destinadas a nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que les corresponde y han acordado volver a verse el próximo día 21 para analizar ya los currículos de candidatos concretos, con preferencia por los que procedan del Tribunal Supremo (TS).
Durante este primer contacto oficioso, que se ha prolongado alrededor de hora y media, los vocales José Antonio Ballestero y Carmen Llombart --interlocutores del lado conservador-- y Álvaro Cuesta, Rafael Mozo y Roser Bach --del ala progresista-- han llegado a un puñado de acuerdos para poner en marcha las negociaciones entrando ya en materia, según las fuentes del órgano de gobierno de los jueces consultadas.
Acuerdan que el acuerdo debe ser amplio
Así, han pactado que estos dos magistrados del TC se nombren por una "amplia mayoría" y que su selección se haga tras una "minuciosa evaluación" de sus currículos, valorando con carácter preferente los de los aspirantes que actualmente presten servicios en el Tribunal Supremo (TS).
Para ello, han decidido volver a reunirse el próximo miércoles a las 9.30 horas. El sector progresista se ha comprometido a llevar a esta segunda cita una lista de nueve candidatos ordenada alfabéticamente.
Fuera de plazo
Este 'cara a cara' tendrá lugar superado el 13 de septiembre, el día fijado por la última reforma legal impulsada por el Gobierno como fecha límite para que el Consejo designara a sus dos candidatos a la corte de garantías. Fuentes del CGPJ ya habían avanzado que sería "difícil" cumplir el plazo.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministerio del pasado martes, la ministra de Justicia, Pilar Llop, restó importancia al hecho de que el Consejo no haya cumplido a tiempo, mostrándose "segura" de que "en unos días tendremos ese acuerdo", por lo que instó a "dejar trabajar" a los vocales.
El problema de fondo es que el 12 de junio venció el mandato del presidente del TC, Pedro González-Trevijano, del vicepresidente Juan Antonio Xiol y de Antonio Narváez y Santiago Martínez-Vares, los cuatro magistrados que forman el tercio que la Constitución encarga renovar a Gobierno y CGPJ, con dos candidatos cada uno.
En un principio, el Gobierno deslizó la posibilidad de llevar a cabo sus nombramientos sin esperar al CGPJ, si bien fuentes jurídicas arrojan dudas sobre la posibilidad legal de que los dos aspirantes del Ejecutivo puedan tomar posesión sin la dupla del Consejo.
En esa misma rueda de prensa, Llop aclaró que Moncloa, "lógicamente", aguardará a que el CGPJ tenga sus dos aspirantes para acometer la renovación parcial del TC, si bien rehusó precisar hasta cuándo está dispuesta a esperar.
"Lealtad institucional"
Llegados a este punto, las mencionadas fuentes corroboran que la voluntad del CGPJ es actuar con "absoluta lealtad institucional", lo que supone acordar los nombres de sus dos candidatos al Tribunal Constitucional, aunque sin sujeción a plazo alguno, explican.
De esta forma, parece disiparse la amenaza de bloqueo lanzada desde el 'núcleo duro' del sector conservador ante el malestar en el seno del CGPJ por el calendario impuesto por Moncloa.
Finalmente, tras un cónclave nocturno, los conservadores accedieron la semana pasada a llegar a "acuerdos debidamente consensuados" para abordar la renovación del TC pero respetando "los tiempos de decisión del Consejo".
Las "reglas del juego"
El presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo (TS), Carlos Lesmes, convocó un Pleno extraordinario para el pasado 8 de septiembre exhortando a los vocales --actualmente 18-- a proceder ya a dichos nombramientos. Sin embargo, ese Pleno sirvió únicamente para que ambas corrientes pactaran las "reglas del juego".
El principal punto del protocolo alumbrado es que el Pleno no se volverá a reunir hasta que haya dos candidatos decantados, aunque una vez convocado podrán postularse otros aspirantes.
Precisamente, la videoconferencia de este viernes se enmarca en los contactos informales entre progresistas y conservadores para confeccionar esa lista corta antes de celebrar otro Pleno.
Para nombrar sus dos candidatos al TC, el CGPJ debe sumar una mayoría reforzada de tres quintos, esto es, doce votos, por lo que a los ocho que aglutina el sector progresista habría que añadir cuatro conservadores.