Lucas Eguibar no pudo ganar por segunda vez la Copa del Mundo de boardercross de snowboard, a pesar de luchar hasta el último suspiro de la competición de la regularidad, que no se resolvió hasta la final de la última de las nueve pruebas de la temporada; que ganó ayer domingo en la estación canadiense de Mont St.Anne (Quebec) el alemán Martin Noerl, que, de esa forma, acabó revalidando el título, en un más que emocionante final.
Noerl firmó su tercer triunfo del curso al imponerse en la final de la segunda de las dos pruebas que albergó la debutante Mont St. Anne al estadounidense Jake Vedder y del canadiense Eliot Grondin. Una final que Luki, nacido hace 29 años en Donostia, campeón mundial hace dos y ganador de la Copa del Mundo hace ocho, acabó en cuarta posición, por lo que no pudo desbancar del primer puesto al alemán, que acabó la competición con un total de 510 puntos, 74 más que el rider vasco.
El campeón guipuzcoano lo intentó hasta el último suspiro, pero se tuvo que conformar con el segundo puesto general y con haber firmado un final de temporada sobresaliente.
Hace tres semanas, Eguibar se había quedado con las ganas de revalidar el título mundial logrado hace dos años en Idre Fjäll (Suecia). Y a las pruebas de la competición de la regularidad (anual: el Mundial se resuelve a una sola carrera y cada dos años) que albergó la estación española de Sierra Nevada (Granada) llegó en la octava plaza de la general.
Esa circunstancia no le impidió declarar, en una entrevista con la Agencia Efe a pies del Pico Veleta, previa a las dos pruebas disputadas en Andalucía, que “aún” tenía “posibilidades” de capturar de nuevo el Globo de Cristal. No iba de farol: ganó la prueba del sábado y fue segundo en la del domingo –que ganó de forma sorprendente el suizo Kalle Koblet–, por lo que salió de España como líder.
Pero Nörl contraatacó en Veysonnaz y recuperó, después de ganar en esa estación suiza, el liderato que había perdido en Sierra Nevada en favor de Lucas, decimoséptimo en Suiza. Y que, tras bajar dos plazas, viajó tercero en la general a Canadá.
De tal manera, el torneo llegó con las espadas en alto y con hasta diez candidatos (matemáticamente hablando) al cierre, en la debutante Mont Saint Anne, en Quebec, donde este fin de semana se disputaron las dos últimas carreras de una más que emocionante temporada.
El sábado, Luki había acabado tercero –su podio número 17– una carrera que se anotó ante su afición Eliot Grondin, por delante del austriaco Jakob Dusek. Noerl, que llegó a Canadá con 48 puntos sobre Eguibar –al que aventajaba en nueve el italiano Omar Visintin–, había sido séptimo el sábado; por lo que, a falta de la última prueba, el alemán aventajaba en 24 unidades al donostiarra.
Ayer domingo, Noerl ganó su serie de octavos, la primera; Eguibar hizo lo propio en la suya, la tercera de las ocho; y Visintin fue segundo en la cuarta bajada y quedó encuadrado en la misma eliminatoria que el guipuzcoano en cuartos. El alemán pasó a semifinales tras acabar segundo en esa instancia; y el donostiarra calcó de nuevo el resultado, al concluir segundo, por detrás de Visintin.
Para darle mayor emoción a la resolución del torneo de la regularidad, los tres primeros clasificados en la general antes de la última carrera se midieron en la primera de las dos semifinales. Noerl volvió a ganar y la foto finish dictaminó que Luki pasaba segundo, en detrimento de Visintin, a una final que también disputaron Vedder y el canadiense Grondin, ganador el sábado.
Las cuentas solo llegaron a estar claras a partir de ese momento: Eguibar ganaría si aventajaba en dos puestos a Noerl. No fue sí. Fue cuarto. “Lo he intentado todo. Estoy orgulloso, muy contento. Ha sido una buena temporada”, cerró.