En los tiempos que corren, con los costes energéticos disparados y en los que la sostenibilidad es cada vez más apreciada, también por las Administraciones públicas, todos los ahorros son bienvenidos. Y la red de iluminación de las carreteras navarras no es ninguna excepción. El Gobierno foral, a través del Departamento de Cohesión Territorial, ha comenzado la implantación de un nuevo sistema de digital interactivo con la más avanzada tecnología de monitorización y gestión centralizada que, además de incrementar la seguridad y suponer una reducción de costes, también ofrece otras prestaciones que hace unos años parecerían más propias de la ciencia ficción, como el incremento de la luminosidad de manera remota en situaciones concretas, como en un accidente de tráfico que requiera un plus lumínico para su atención.
Hasta el momento se han instalado un total de 637 luminarias en la Comunidad Foral, de las que 382 se ubican en el marco de la conversión de la carretera N-121-A (Pamplona-Behobia) en una vía 2+1 carriles. El resto se sitúan en la NA-7040 en Puente la Reina-Gares; en la glorieta de Cárcar; en el nudo de Zizur; en la glorieta de Murchante; en la conexión de la PA-30 con Mugartea; y en la NA-700 entre Orkoien y Arazuri. “De manera progresiva, se irán modernizando a lo largo de los próximos años todas las luminarias existentes en las principales vías de Navarra creándose un sistema de iluminación conectado con la más avanzada tecnología de monitorización y gestión centralizada”, explica el técnico Íñigo Echegaray, jefe de la Sección de Vialidad y encargado de la implantación del sistema.
El nuevo sistema permite disponer de información en tiempo real de cada uno de los puntos de iluminación, detectando posibles averías y supervisando de manera remota el consumo y el rendimiento, además de facilitar y agilizar el mantenimiento. Asimismo, posibilita regular las luminarias en cualquier momento para, por ejemplo, elevar la intensidad de una zona concreta cuando se haya producido un accidente, o crear diferentes escenas programadas de encendido. Igualmente, proporciona un registro histórico de funcionamiento y consumos que posibilite una mejora en el servicio y este sistema digital interactivo “es integrable con otros dispositivos y sistemas de control como cámaras, detectores, control de CO₂, seguimiento de la ubicación de quitanieves, temperatura, pantallas de información, entre otros”, destaca Íñigo Echegaray.
Adiós al sodio
Además, todas las nuevas luminarias incorporan la tecnología LED, que presenta importantes ventajas, la primera de ellas la durabilidad, que es muy superior a las de sodio y supone un consumo mucho más bajo. Otra de las ventajas está relacionada con la eliminación de la obsolescencia, lo que resulta útil por la dificultad de encontrar repuestos e igualmente se mejora la eficiencia y la iluminación de la vía, que con las luminarias de sodio “perdía mucho flujo luminoso hacia arriba y los niveles lumínicos en el vial eran deficientes”, señalan desde Cohesión Territorial.
Esta actuación, además, permitirá adecuarse a la Ley Foral 4/2022, de 22 de marzo, de Cambio Climático y Transición Energética, que regula, entre otros asuntos, la eficiencia energética en el alumbrado exterior para minimizar el consumo energético, manteniendo las condiciones naturales de las horas nocturnas, favoreciendo el ahorro de energía, el desarrollo de sistemas inteligentes de gestión de iluminación y el suministro procedente de instalaciones renovables y tratando de evitar la intrusión lumínica en el entorno doméstico.