Lucía Astigarraga: “Será una producción original con una puesta en escena actual y orquesta barroca”

Lucía Astigarraga, ingeniera teatral, una definición que entrelaza sus estudios y su trayectoria, pone a volar su imaginación, que, por lo tanto, es técnica y creativa, en su trabajo como directora de Moto-Membra Jesu Nostri, la nueva producción del Teatro Arriaga. La actriz getxotarra, que ya capitaneó una obra en Alemania con su versión de la ópera Carmen, mostrará ahora por primera vez esta faceta ante el espectador vizcaino y eso mete un poquito más de presión… “Lo que más impone es el público de casa y cuánto más cercano, más aún. El día que más nerviosa estás es cuando viene tu madre”, sonríe. El próximo día 14, viernes, llegará ese momento en el teatro bilbaino a las 19.30 horas.

La dirección, dramaturgia y escenografía de Moto-Membra Jesu Nostri es de la intérprete getxotarra. Sus 35 años de vida abarcan una ingeniería química en la UPV/EHU y una licenciatura en interpretación por la Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Las tablas son su escenario principal, sobre todo, como intérprete (sin ir más lejos formó parte del brillante elenco de Erresuma / Kingdom / Reino) pero, en esta ocasión, se sube hasta la dirección para alumbrar un proyecto que es una escenificación del concierto Membra Jesu Nostri, compuesto por Dietrich Buxtehude en 1680. Este ciclo de siete cantatas dedicadas a los pies, rodillas, manos, costado, pecho y corazón de Cristo dialogará con un texto escrito e interpretado por el actor Eneko Sagardoy sobre un hombre que desaparece para siempre en un presunto accidente de moto y sobre el amor de quien se queda.

“Es algo original y un poco arriesgado, porque hacemos una puesta en escena contemporánea, con un texto contemporáneo, con una temática actual… pero con una orquesta barroca”, admite la artista. “Pero es muy bonito ver el contraste de esa música con una imagen moderna porque le da mucha poesía. Habrá una moto en escena y lo macarra está suavizado y lo que suele ser empalagoso de la música barroca tiene otro efecto; estoy muy contenta con los contrastes que se crean”, añade la directora.

El espectáculo está salpicado de interrogantes: ¿Cuánto hablan nuestros cuerpos de nosotros? ¿Qué queda de ti en tu cuerpo sin vida? ¿Qué queda de nosotros en los lugares donde nos amamos? Los textos son de Eneko Sagardoy, el gigante actor. “Sus monólogos son en euskera y castellano y se genera una dualidad de personaje”, apunta la getxotarra. Estos son los frutos de la Lucía directora, la que se agarra a un torbellino de ilusiones. “Intento transmitir ilusión todos los días y el día que estoy cansada o no la encuentro, me la invento. Trato de tener yo ilusión y de que todo el mundo la tenga, que a la gente le guste lo que está haciendo, que se sienta implicada y poniendo la carne en el asador. Creando ese ambiente colectivo es como se hacen las grandes obras”, considera.

“En casa”

Ella, tras el telón del Arriaga o del Aula de Cultura de Getxo, está feliz. Siente que ambos apoyan a los artistas locales. “Yo tengo la sensación de que tanto el Arriaga como el Aula de Cultura de Getxo están abiertos a que contactes con ellos y presentes tus proyectos. Ellos hacen convocatorias oficiales donde puedes mandar dosieres; hay una escucha, realmente. Luego, evidentemente, seleccionan, pero considero que hay una relación sana en ese sentido con los artistas de casa”, valora.

La Lucía ciudadana también está a gusto en Getxo. Ella es de Romo y después de dar algunas vueltas, ha fijado allí ahora su residencia. “He vivido en Romo toda mi vida, he ido al Colegio Público y luego, al instituto de Romo. Estudié Ingeniería Química en la UPV y me fui a Madrid a hacer Arte Dramático, en concreto, Interpretación Gestual en la Resad. También estuve un año de Erasmus en Bélgica. Es cierto que en los últimos cinco años no he parado mucho en Romo, he estado trabajando mucho en ópera, como actriz, como asistente de dirección, como directora de reposición y como directora... Pero me compré piso aquí hace dos años. Getxo es un sitio privilegiado, es el municipio más cercano a Bilbao en el que ves el mar, tiene ese sitio estratégico. Me encanta el mar, cuando tienes mucho estrés y mucha ansiedad, bañarse en este mar frío te limpia el alma, te renueva; y vivir cerca me ayuda”, relata. Inspirador.