Cultura

Luis Chillida: “Mi padre estaría contento de saber que sigue suscitando interés”

Donostia acoge una exposición específica sobre la obra gráfica del artista
Eduardo Chillida. | FOTO: EFE

El próximo viernes se cumplen 20 años del fallecimiento del escultor donostiarra Eduardo Chillida, cuya figura ha sido recordada por los responsables del museo que alberga su obra, como su hijo Luis, quien afirma que su padre estaría “muy contento” de saber que su legado sigue “suscitando el interés del público”. “Él estaría muy contento de saber que un museo como Chillida Leku no solo sigue guardando y cuidando el legado que durante tantos años creó para todos nosotros, sino que su obra sigue suscitando el interés de públicos de diferentes generaciones”, ha indicado Luis Chillida, en nombre de los sucesores del artista.

La directora de Chillida Leku, Mireia Massagué, admite que resulta “emocionante” recordar la figura del escultor y su obra “ahora que se cumplen 20 años de su muerte”. Massagué, quien dirige Chillida Leku desde su reapertura en 2018 de la mano de la prestigiosa galería suiza Hauser & Wirth, explica, en un comunicado, que la principal misión del museo consiste en “difundir la obra y el pensamiento de Eduardo Chillida”. El museo asentado en las campas de Zabalaga de Hernani “alberga el corpus de obra más amplio y representativo que se conserva, así como el legado documental del artista”, destaca Massagué.

Eduardo Chillida, nacido el 10 de enero de 1924, es uno de los escultores más reconocidos e importantes del mundo, creador de una extensa obra que comenzó a desarrollar desde que entró a dibujar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1947, desde donde se trasladó a París para realizar sus primeros trabajos en yeso. De vuelta en el País Vasco a partir de 1951, Chillida mantuvo su relación con Aimé Maeght y su galería, que compartió con otros jóvenes artistas como Chagall, Miró, Calder o Giacometti.

Su obra está presente en colecciones de todo el mundo y se ha mostrado en más de 500 exposiciones individuales, desde la primera retrospectiva organizada por el Museo de Bellas Artes de Houston en 1966. En septiembre de 2000 se inauguró Chillida Leku, el lugar escogido por el artista para albergar y mostrar su obra, y dos años después, el 19 de agosto de 2002, el escultor falleció en su Donostia natal.

En esta misma ciudad, en concreto en la galería Altxerri, se exhibe la faceta más gráfica de Eduardo Chillida. Coincidiendo con la muestra instalada en el museo San Telmo que permite un diálogo entre dos miembros del Grupo Gaur, Jorge Oteiza y el propio Chillida, la sala de exposiciones situada en la calle Reina Regente ha preparado una exposición específica que repasa toda la evolución de la obra gráfica del artista donostiarra, desde grabados hasta serigrafías pasando por xilografías, litografías sobre papel y, por supuesto, los libros de artista de gran formato que Chillida consideraba artefactos artísticos en su totalidad.

Altxerri siempre ha trabajado con este tipo de piezas del donostiarra pero hacía muchos años que no mostraba un conjunto de sus trabajos gráficos. – DNA/Agencias

14/08/2022