Luis Guillermo Plata, embajador de Colombia en el Estado español y exministro de Comercio y Turismo en su país, se encuentra de gira por Euskadi con una intensa agenda que le llevará a reunirse hoy martes en Gasteiz con el lehendakari Iñigo Urkullu.
Es un hecho que hay unos vínculos históricos muy fuertes entre Colombia y el País Vasco. A día de hoy, y en medio de su visita, ¿cómo ve las relaciones?
—Tenemos una cercanía muy grande con el País Vasco y lógicamente mucho en común. Hay una comunidad colombiana muy importante, muy pujante, de más de 24.000 personas que habitan en el País Vasco, muchos de ellos ya también la doble nacionalidad. Por ejemplo, estuve en la Universidad de Deusto, me reuní con el rector para mirar los temas de intercambios educativos y, de lejos, la nacionalidad más prominente en la Universidad de Deusto es la colombiana, con casi un 30% más que el segundo país en presencia. Entonces, vemos que hay unos vínculos muy interesantes.
A la inversa y en el plano más económico, en una Europa que vive un panorama muy convulso, con guerra en Ucrania y la consecuente crisis, ¿es un buen momento para Euskadi de inversión en los países latinoamericanos?
—Por supuesto. Mira, si tú eres un empresario vasco que ya tiene una empresa que está logrando crecer, que ha venido progresando en el tiempo y que está buscando a dónde expandirse, pues ciertamente Hispanoamérica es el lugar más sencillo y el mercado natural por los vínculos lingüísticos y culturales. Y dentro de Latinoamérica, yo diría que Colombia es una de las mejores puertas de entrada, ya que está muy bien ubicada en el continente. Estamos en el centro, lo cual permite un acceso fácil a todas partes, pero también un ambiente favorable a los negocios, un ambiente favorable a la inversión extranjera. Ya hoy en día España es el principal inversionista en el sector de valor agregado. Estamos hablando de tecnologías de consultoría, de infraestructura y de diseño en las que España tiene un lugar preponderante en la economía de Colombia.
¿Y en el ámbito del turismo? ¿Tiene ahora su país mayor capacidad de atraer al viajero europeo?
—Sin duda. Colombia viene de un pasado reciente complejo, pero en los últimos 15 años tenemos un país que va creciendo. El turismo vuelve a ser una fuerza importante y yo tuve la fortuna en el pasado de ser ministro de Turismo y en aquella ocasión teníamos 600.000 visitas de extranjeros al año. Ahora, estamos cerca de los 4 millones. La diferencia es significativa, aunque muy lejos aún de lo que países como España están logrando. Pero para Colombia es una gran avance y hay destinos muy interesantes porque somos un país tropical. Tenemos el Caribe y el Pacífico, pero también tenemos montañas, tenemos culturas antiguas, tenemos la selva amazónica... Es un país que reúne muchas características que son muy interesantes para el viajero europeo particularmente.
Más allá de los lazos culturales, hay otra cuestión que une a Euskadi y Colombia: el haber vivido una situación de conflicto armado, de violencia. ¿Qué paralelismo hay entre el final de ETA y el final de las FARC?
—Eso es muy cierto. En Colombia se tomaron algunos ejemplos del proceso de paz en el País Vasco. Esos ejemplos se aplicaron en el proceso de Colombia que ocurrió un poco más tarde. Todas esas experiencias constructivas que se han vivido en otros países se pueden aprovechar para avanzar y facilitar una negociación como la que tuvimos en nuestro caso.
¿En qué momento se encuentra ahora el proceso de paz en Colombia? Ha habido escisiones de las FARC y otros grupos armados continúan activos.
—Hay que entender que en Colombia hay varios grupos armados, las FARC por supuesto, pero también está el ELN y otras bandas criminales o grupos armados residuales que operan al margen de la ley. Básicamente son bandas delincuenciales pero fuertes, muy poderosas, que operan en parte del territorio nacional. El proceso de paz se hace con las FARC, entonces quedan fuera el ELN y otros grupos delincuenciales. ¿Qué hay que hacer entonces con los que no se acogieron al proceso de paz, con los que no quieren negociar? Tienes que seguir imponiendo la ley, y quienes sigan delinquiendo al margen de la ley, tendrán que ser buscados y castigados.
Otro reto para su país ha sido el gran flujo migratorio desde la vecina Venezuela.
—Sí. La crisis migratoria en Venezuela tiene tremendos problemas económicos, una población desesperada y que ha tenido que trasladarse a Colombia. Han ingresado en nuestro país aproximadamente 1,8 millones de venezolanos. Colombia tomó una decisión muy importante de acogerlos y cuando me refiero a acogerlos es darles un estatus jurídico, que tengan su identificación y acceso a educación y salud. Estando normalizados, también pueden tener acceso a un trabajo digno, a un trabajo legal y que no sea informal. Yo creo que eso vale la pena tenerlo presente porque ha significado un esfuerzo grande y a nivel mundial somos un ejemplo de lo que hay que hacer. Europa está viviendo ahora una crisis migratoria de grandísimas proporciones con el problema de Ucrania y el ejemplo de Colombia debería ser tenido en cuenta.
Las elecciones presidenciales colombianas están al caer.
—Sí, el 29 de mayo. El sistema colombiano consiste en dos vueltas y si en la primera ningún candidato tiene el 50%, se hace una segunda vuelta un mes más tarde. Entonces ya veremos qué sucede, lo más probable es que tengamos que ir a una segunda vuelta. Pero lo más importante es que Colombia es una democracia que funciona y hay una variedad de candidatos, de ideologías, de grupos políticos y de ciudadanos representados. Eso está muy bien y yo creo que lo importante es que se respete la democracia.
La izquierda parte como favorita con su candidato Gustavo Petro.
—En este momento el candidato Petro tiene una ventaja y tuvo un resultado muy positivo en las elecciones al Congreso de hace dos semanas. Pero, como digo, el proceso es de dos vueltas y las cosas pueden cambiar radicalmente, porque cuando pasa la primera vuelta los partidos se reagrupan y las coaliciones se puede realinear.
"Tenemos que seguir imponiendo la ley a los grupos que no se acogieron al proceso de paz"
"Colombia ha acogido a 1,8 millones de venezolanos, es un ejemplo para abordar la crisis migratoria de Ucrania"
"Somos la puerta de entrada al mercado de Latinoamérica, con un ambiente favorable a los inversión extranjera"