Fiel a su cita con la Navidad, Luis Ibáñez, más conocido como el belenista de Durango, presenta nueva creación. Se trata de una nacimiento ambientado en el mirador de las tres cruces de Urkiola. Como siempre, el Belén cuenta con todo tipo de detalles que completan a las mil maravillas la estampa navideña. "Subí a Urkiola a principios de año cuando estaba nevado para sacar fotos y empezar a darle forma. Todo lleva trabajo, cada uno tiene su complicación y en este caso tuve que darle bastante altura para que el mirado quedase bien. Le he dedicado alrededor de unas 400 horas", explicó el artista añadiendo que "cuando terminan las navidades y retiro los belenes empiezo a trabajar en el del siguiente año".
Con un tamaño de dos metros por 1,70 metros, medidas justas para poder instalarlo en una panadería del casco viejo, el trabajo podrá verse durante todas las fiestas navideñas. En la creación de este año se ha esmerado para que los montes que pueden verse desde el mirador, Untzillaitz y Mugarra, entre otros, se acerquen lo máximo posible a la realidad. Tampoco podían faltar las tres cruces realizadas a escala con un portal de un caserío donde además de Jesús, María y José, les acompañan también la mula, el buey, unas ocas, un perro y un gato. Con los árboles creados gracias a ramas recogidas en el mismo mirador de Urkiola, que cuida con mimo hasta el más mínimo de talle, ha introducido en el Belén detalles como unos pimientos choriceros, panes, la ristra de ajos, un cubo con leche y hasta quesos.