Cintruénigo se ha despertado este sábado con la trágica noticia del fallecimiento de Héctor Rández, técnico del equipo de Primera Juvenil del Cirbonero, a los 36 años de edad debido a causas naturales.
Rández era uno de esos hombres de club. Comenzó su trayectoria como futbolista en las categorías inferiores del Cirbonero, y llegó a ser miembro de la primera plantilla en Tercera División. Después comenzó su etapa como técnico del club, también inició en las categorías inferiores, hasta llegar al dirigir al equipo de Primera Juvenil.
"Como jugador era muy comprometido, el fútbol lo vivía mucho y como entrenador también daba el 100%", reconoce el presidente del club, Óscar Basarte, que añade que, como persona, Héctor Rández era "un buen chaval y muy querido. Si no eres tan buena gente, no te pasas toda la vida en un mismo club".
Basarte menciona que "hace seis años sufrió un accidente en la obra que lo dejó en la UVI. Salió adelante y tuvo que llevar un corset".
Iker Sesma coincidió con Héctor Rández jugando a fútbol sala, cuando se retiró del fútbol campo. Sesma recalca su gen "competitivo. Era muy intenso dentro de la pista, de no parar. Lo sentía mucho y transmitía su energía al resto de compañeros. Ese carácter le hacía ser muy querido".
"Héctor era el típico jugador que todo el mundo querría tener en su equipo. Era un trotamundos, podía jugar varios partidos en una misma tarde. Era muy buena gente, hacía ambiente en el pueblo", relata el corellano, que recuerda las fiestas de ambos pueblos dada su cercanía.
numerosas muestras de afecto Nada más publicar la noticia en redes sociales, numerosos fueron las muestras de afecto que recibió el Cirbonero. Clubes que comparten la Tercera RFEF como el Burladés o el Corellano, entre otras llamadas que recibió el club, la Peña Azagresa e incluso la Federación Navarra de Fútbol trasladaron su pésame.
El Azkarrena, que disputaba el partido de liga con el filial del Cirbonero, quiso honrar su memoria e hizo entrega al club un ramo de flores antes de comenzar el partido.