El Ayuntamiento de Lapuebla de Labarca, que preside Maite Córdoba, ha elaborado un estudio en el que se detalla que eliminar los puntos negros en el alumbrado público es una prioridad para asegurar la eliminación de la violencia de género y se ha sometido a la opinión de los vecinos por si quieren aportar más ideas al proyecto.
En paralelo se ha desarrollado una campaña de detección de puntos oscuros en el alumbrado público para que el plan disponga de posibles actuaciones. Y es que la iluminación hace que las personas se sientan más seguras y tiene beneficios que van más allá de la seguridad: los pequeños municipios deberían ser lugares tranquilos y seguros, pero pueden ser peligrosos, especialmente para las mujeres y las niñas. La falta de iluminación hace que las personas se sientan inseguras, especialmente cuando llegan por primera vez a un lugar nuevo y los vecinos son desconocidos. Por lo tanto, es generalizada la demanda de iluminación.
Con esa mejora se logra reducir el riesgo de violencia de género, y otras amenazas a la protección de las personas; se mejora la capacidad de evitar peligros físicos por la noche, por ejemplo, laderas, vías fluviales, puentes, alcantarillas, vegetación, otros refugios y animales peligrosos; se garantiza el acceso seguro y digno a los servicios básicos; y tiene en cuenta las necesidades de todos los grupos sociales en todos los espacios físicos, incluidos los hogares, los espacios productivos y las zonas públicas.
Sentirse más seguros y seguras
Se reconoce desde el Ayuntamiento que la iluminación como intervención independiente es insuficiente para la seguridad y la protección, en particular para reducir los riesgos de violencia de género, si bien las intervenciones de iluminación de buena calidad hacen que las personas se sientan más seguras.
Por ello, las soluciones de iluminación deben combinarse con otras actividades de empoderamiento social y de sensibilización, ya que ayudará a combatir las desigualdades de acceso/uso y las cuestiones de seguridad específicas.
Compartir con la comunidad las conclusiones de la evaluación aumentará la transparencia de la toma de decisiones entre las organizaciones y la comunidad. A su vez, esto puede ayudar a informar a la comunidad sobre la importancia de la iluminación para reducir los riesgos después del anochecer, especialmente para las personas más vulnerables. También es posible que pueda reducir los incidentes de robo o vandalismo si todos los miembros de la comunidad comprenden las necesidades de los diferentes grupos sociales y se les ha incluido en la toma de decisiones sobre dónde ubicar el alumbrado público.
A través de ello ya se ha elegido el primer tramo a mejorar, el tramo que comunica la Ikastola con el municipio a través de la calle M. Cruz Sáenz Díaz. El motivo de seleccionar este trayecto es que comunica un área con poca densidad residencial y relativamente alejada del centro urbano, pero que resulta muy frecuentada, especialmente por personas jóvenes, a altas horas de la noche, ya que las instalaciones abiertas del patio de la Ikastola o las piscinas municipales se ubican en la misma, y son lugares de frecuente utilización por los mismos.
La actuación ha incrementado la potencia y uniformidad lumínica mediante la sustitución de las antiguas luminarias de vapor de sodio por otras led, específicamente diseñadas para ofrecer un amplio rango de iluminación lateral hacia abajo, ubicadas sobre farolas de altura considerable, lo que consigue un espacio de iluminación uniforme, sin sombras, en las que se puede ver a lo largo de la calle sin problemas para identificar a los transeúntes.