La Junta de Gobierno Local de Vitoria ha aprobado el expediente de contratación de la primera fase de la reforma del palacio Maturana-Verástegui, unos trabajos que cuentan con un presupuesto de 337.220,25 euros y forman parte del Plan especial de intervenciones en el Casco Medieval previsto para este año.
Este contrato permitirá intervenir en la estructura del deteriorado edificio, consolidar los elementos que lo requieran, habilitar dos salas representativas del palacio como lugares de encuentro y divulgación, acondicionar las fachadas y sanear los espacios interiores. Para todo ello se ha establecido un plazo de ejecución de cuatro meses.
La intervención cuenta con un apoyo económico de 160.000 euros del Departamento vasco de Cultura y Política Lingüística en el marco de la convocatoria de subvenciones para la puesta en valor y difusión del patrimonio cultural de la CAV.
El conjunto de trabajos previstos permitirá recuperar y dar a conocer a la ciudadanía un palacio declarado Bien de Interés Cultural, dando el primer paso de cara a la búsqueda de un uso definitivo para el edificio.
Primeros trabajos
Entre los primeros trabajos figura la limpieza interior del edificio de escombros acumulados, el desmontaje del tramo de cubierta recientemente parcheado y la retirada de elementos auxiliares sin valor para lograr una visión más limpia de la configuración del palacio.
Posteriormente se intervendrá en la estructura, conservando elementos en buen estado y reemplazando los deteriorados. Con el mismo criterio se actuará en la cubierta del edificio.
En cuanto a las fachadas, se intervendrá en aquellas que dan a la vía pública, además de en la fachada sur del ala oeste. Se repararán y consolidarán los balcones y ménsulas.
En el caso de la fachada principal, se plantea un tratamiento de urgencia en las zonas más deterioradas. En esta labor se empleará un equipo de restauración de pintura mural y soporte pétreo.
Zaguán y cochera
Otra de las intervenciones principales será la puesta en valor del zaguán y la cochera. La idea de partida es acondicionar ambos espacios de manera que sirvan para explicar la historia del palacio y su papel en el desarrollo de la ciudad.
En el caso del zaguán, se plantea convertirlo en un espacio de naturaleza expositiva visible desde el exterior, a modo de escaparate. El recinto de cocheras se convertirá en antesala del edificio para conocer su historia tanto por guías especializadas como por cualquier viandante.
Serán dos espacios diáfanos que permitan dar una visión introductoria del edificio, con posibilidad de incorporarse dentro del programa de vistas turísticas.