Este lunes comenzará a emitirse 'Mía es la venganza', que sustituirá a 'Sálvame Limón' en la parrilla de Telecinco. La serie cuenta con un plantel rebosante de caras conocidas, como la actriz Lydia Bosch, que durante una entrevista para promocionar la ficción en 'Fiesta' reveló las secuelas, tanto físicas como psicológicas, que le dejó el rodaje.
"Los actores estamos jugando siempre y tenemos la oportunidad de hacer cosas que no harías en tu vida normal. Yo no me llevo el personaje a casa, pero si lloro o si paso un ataque de ansiedad, sí que me voy a casa con dolor de cabeza", confesaba la actriz catalana. El rodaje de una serie puede hacer mella en la salud mental de los intérpretes, sobre todo con un personaje como el que Bosch encarna en 'Mía es la venganza', que "siempre está a punto de saltar al abismo emocionalmente".
De hecho, la actriz reconocía que el frenetismo de las grabaciones, además de lo difícil que era su papel, apenas le dejaba tiempo para "recomponerse". Bosch comentó que se levantaba todos los días a las seis de la mañana para ir a trabajar y que no volvía a casa hasta las ocho de la tarde, a lo que se sumaba que, tras todo ese ajetreo, "tienes que ponerte a estudiar siete secuencias más para el día siguiente".
La actriz Lydia Bosch en 'Fiesta'.
"No me estoy quejando, pero sí que es cierto que hay muy pocas horas de sueño, porque la responsabilidad te hace estudiar para poder llevar los deberes hechos", aseguraba la intérprete. Toda esta carga de trabajo le provocó secuelas físicas: "Hubo un momento que yo noté que los dedos se me montaban, el ojo se paraba o tenía taquicardias".
Sin embargo, puso en valor la autoexigencia propia de los intérpretes, que hace que todos rueden "con la verdad". "Cuando un actor rueda con verdad sientes lo que está sintiendo el personaje", zanjó Bosch.