Mª Victoria Cañas, la bodeguera bilbaina que cumplió su sueño a los 80 años: “Aspiro a ser una más de Elciego”

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“El liderazgo de Rioja Alavesa consiste en la calidad de sus vinos, en sus paisajes, en su gran patrimonio arquitectónico y en sus cielos maravillosos. Pero hemos de añadir otras fuentes; porque habiendo turismo debemos ser punto de apoyo para potenciar otros atractivos y que nos visiten también por ellos. Son conquistas que debemos descubrir con los jóvenes, para dotarles de buen nivel de vida”, sostiene con entusiasmo María Victoria Cañas. Entusiasmo y fuerza que obtiene del cariño que le muestra la gente de Elciego, de Bilbao, del apoyo de sus hijos y de las visitas concertadas a su bodega. “Además, tengo el compromiso con Elciego de que vendrán a vivir 500 personas; ya vamos por 20”, dice sonriente.

María Victoria Cañas, en el viñedo. A.C.

¿Cómo se vive el cambio de la ciudad al campo para dedicarse a la viticultura?

El traslado a un pueblo pequeño como Elciego es ilusionante, pero supone mucho desprendimiento. Agradezco esta ligereza de forma de vida, la sencillez que da el campo. Aspiro a ser una más de Elciego. He venido a trabajar, porque la bodega exige mucho esfuerzo y a pie de obra se hace mejor.

El mundo del vino apuesta por la incorporación tecnológica. ¿Avanzar o morir?

Cada vez volvemos más a nuestras raíces. Estamos adorando el viñedo viejo, viendo su importancia; sabemos que tenemos pequeños tesoros de variedades autóctonas casi olvidadas. Tenemos magníficos viticultores que saben que la innovación nos permite anticiparnos a todo, incluso a problemas del cambio climático. Estamos atentos y queremos una viticultura regenerativa haciendo que nuestras tierras estén limpias y libres de contaminaciones.

¿Cómo vive/sobrevive una bodega mediana en un mundo de grandes empresas?

En mi caso pequeña. Sigo teniendo la capacidad de esponja y me informo de todo lo que me llega. En Navarra me comentaron sobre un Congreso en París, que quieren traer a España, que consiste en mecenazgo, una corriente de grandes empresas que, además de mecenazgo en medicina, salud y educación, lo tienen hacia la pequeña empresa. Para ellos es fácil aportarnos conocimiento, ideas de futuro, tutelas. Sus asesores de organización les permiten avances y energía humana para pasarla a las pequeñas empresas. Debemos apelar a su capacidad tractora para que todas las pequeñas bodegas de Elciego seamos más y mejores; las grandes serán beneficiadas, pero las pequeñas bien acompañadas también lo seremos.

Posando en la bodega. A.C.

Frente a la irrupción del consumo de cerveza. ¿Cómo ve a futuro el consumo de vino?

El vino iba ligado a la socialización; lo tomábamos fuera de casa, en la taberna como maravilloso centro de socialización, aportando cercanía entre personas, pero quizás no es el mejor lugar del vino, porque es en casa donde más se disfruta. Ahí es donde han cambiado las costumbres. Hay que recuperar los hábitos de cuando en casa siempre estaba el vino para acompañar el bocadillo y por si venía alguien para tomar unas copas; eso ya suponía amistad. No hay nada mejor que compartir casa y una copa de vino con un amigo. Creas lazos de amistad, porque el vino crea memoria social.

¿El mercado vinícola más deseado, el Estado o el extranjero?

Tenemos que diversificar. Sujetos a crisis continuas, nuestra bodega distribuye el 30% en el territorio, otro 30% entre clientes particulares y el resto a conquistar el mercado exterior, donde nuestro plus son la calidad y buenos precios. Además, hay que diversificar inversiones para obtener recursos. En nuestro caso, para profundizar la marca Díez-Caballero y ampliar ingresos, veo de gran interés añadir atracciones para el Turismo de Rioja Alavesa como la puesta en marcha de otros servicios en la casa-palacio que hemos adquirido en el Elciego, para los que buscamos financiación y un socio con conocimiento en el sector de servicios que beneficie a la comarca, a Elciego y a nuestros ingresos. Son 700 metros construidos con fachada a la plaza y a los cuatro vientos de viñedos, pueblos, sierras…

Aumentan las grandes denominaciones de origen. ¿Cómo competir en el mercado internacional?

Es el reto; a todos nos urge la calidad, sabiendo que hemos de hacer las cosas cada vez mejor, que tenemos que provocar sensaciones y emociones en la copa de vino para poder navegar en ese mar de denominaciones, apelando al sentido de la originalidad. Necesitamos no solo conocimiento de vinos, sino saber también los gustos y tendencias del consumidor.

¿Cómo podrían apoyar las instituciones a bodegas pequeña para que la historia y la cultura del vino siga vigente entre nosotros?

Me consta que el Gobierno vasco hace enormes inversiones en el campo del vino, porque nos da carácter y renombre, y nos lleva más allá de nuestras fronteras. Quienes vienen y prueban nuestra gastronomía descubren nuestro vino, de gran calidad y a precios asequibles. Hay un gran proyecto en Araba, liderado por el Ejecutivo y la Diputación con el Basque Culinary Center, que crea su división de vinos. Con humildad, pero con cierta rabia, alerto de que es empezar la casa por el tejado. La Rioja Alavesa está llena de edificios singulares, de parcelas increíbles. Siento a la Rioja Alavesa como el gran jardín vitivinícola de Bilbao y Elciego, el pueblo singular de los vinos. Me parece que se podría utilizar mejor ese patrimonio que ya tenemos, en lugar de adjudicar un proyecto sobre una antigua huerta de Laguardia.