Apenas quedan tres jornadas para que los franceses acudan a las urnas para votar al que será su próximo presidente, y el miércoles por la noche tuvieron la oportunidad de escuchar algunas de las propuestas que los candidatos Emmanuel Macron y Marine Le Pen tienen para los próximos cinco años.
En un debate tenso, marcado principalmente por la guerra de Ucrania, ambos aportaron su visión sobre diferentes asuntos de actualidad. El primero fue el poder adquisitivo, en el que ambos destacaron temas como el empleo y la energía. En este último aspecto, Le Pen propuso salir del sistema europeo de la electricidad, "el que nos obliga a aumentar los precios de la energía de forma espectacular", apuntó. "Yo lo que quiero mantener es, frente al precio de la energía, el bloqueo de los precios", defendió, por su parte, Macron.
Sobre la guerra de Ucrania, ambos se mostraron de acuerdo en las medidas de apoyo armamentístico y financiero a los ucranianos, pero Le Pen matizó que no comparte el bloqueo a la importación de gas y petróleo ruso, porque no cree que sea la solución. "Hará daño al pueblo francés", afirmó rotunda. Haciendo referencia precisamente al tema de la invasión, Macron le reprochó a Le Pen además depender de Vladímir Putin y de un banco ruso que en 2015 concedió un préstamo a su partido que todavía no ha sido reembolsado por Agrupación Nacional (RN).
Otros temas que provocaron ideas enfrentadas fueron la edad de jubilación o la gestión de la pandemia del coronavirus. En el caso de la edad de jubilación, Le Pen descartó una edad de jubilación a los 65, proponiendo por contra jubilarse en función del ingreso al mercado laboral, desde los 60 si han entrado antes de los 20 y así paulatinamente hasta los 62. Macron por su parte defendió una jubilación a los 65 para 2031.
La seguridad, a debate
El de la seguridad fue otro tema que ambos candidatos trataron. Le Pen aseguró que la seguridad es "esencial. Es una necesidad fundamental de los franceses". La situación, según ella, es "deplorable. Hacemos frente a un asalvajamiento". Por eso, propuso "poner fin a la inmigración anárquica y masiva que contribuye a agravar la situación en nuestro país". En ese sentido, planteó un referendum a los franceses que, afirmó, "cambiará la politica de inmigración. Decidiremos quién viene, quién se queda, y quién debe irse". También hablaron sobre la laicidad, sobre lo que Le Pen aseguró defender la prohibición del velo en el espacio público.
Última oportunidad
Cabe señalar que la del miércoles por la noche era la última oportunidad de Le Pen para remontar en las encuestas, que por el momento son favorables a Macron, quien saca nueve puntos de ventaja a su rival. Con este objetivo, la candidata de la ultraderecha ha tratado de moderar su discurso durante la campaña de la segunda vuelta e incluso ha suavizado algunos de los puntos más polémicos.
Los sondeos dan al presidente en torno al 54% de los votos, una eventual victoria algo más ajustada que la de 2017, cuando consiguió el 66%. En aquella ocasión, Macron y Le Pen llegaron a las urnas con una distancia de más de 23 puntos en los sondeos a favor del actual mandatario. Sin embargo, la popularidad del presidente no pasa ahora por su mejor momento.
En esta fase final de las presidenciales galas, el reto de ambos será conquistar al electorado que no votó por ninguno de ellos en la primera vuelta, especialmente el de la izquierda de Jean-Luc Mélenchon, que quedó como tercera fuerza más votada con un 22% de apoyo. El excandidato ha pedido que no se vote a la extrema derecha, pero no ha apostado explícitamente por Macron. La incógnita se despejará en apenas tres días.