Un Baskonia desubicado sufrió en Belgrado una dolorosa derrota que lo puede dejar fuera de puestos de play off por primera vez en la temporada y que le obliga a no fallar en las tres citas que quedan en el Buesa Arena. El cuadro de Peñarroya comenzó bien el encuentro, dominando claramente en el juego y logrando atesorar una ventaja de 12 puntos, pero en cuanto el Estrella Roja subió revoluciones en el segundo cuarto, el Baskonia desapareció y se fue diluyendo en una tortuosa media hora en la que le faltó corazón, criterio y acierto y estuvo totalmente a merced del rival.
El cuadro gasteiztarra puso toda la carne en el asador desde el principio con un quinteto formado por Thompson, Howard, Giedraitis, Costello y Kotsar, que con agresividad defensiva y la clarividencia de Thompson al timón se situó 0-7 arriba en los dos primeros minutos y medio de juego, en los que el Estrella Roja no logró anotar. Despertaron los locales con la explosividad de Hassan Martin, y a partir de ahí la diferencia fue moviéndose alrededor de los siete puntos. El ingreso de Mitrovic y Dobric permitió al conjunto de Belgrado recortar diferencias (14-17) y comenzar a caldear el ambiente en la sala Pionir, aunque la segunda unidad azulgrana hizo un buen trabajo para mantener una renta de cinco puntos al final del primer cuarto.
El arranque del segundo parcial fue tan bueno como el del primero y el Baskonia, bien plantado en defensa, tuvo espacios para correr, fue agresivo entrando a canasta y alcanzó por primera vez los dobles dígitos de ventaja con dos fantásticas entradas a canasta de Marinkovic (23-35), motivado ante el eterno rival de su querido Partizan. Justo cuando los alaveses estaban disfrutando de sus mejores minutos, el Estrella Roja subió líneas, aumentó la intensidad defensiva, ahogó por medio de Campazzo a Heidegger y, con los árbitros haciendo la vista gorda ante los contactos de los de rojo y blanco, encadenó un parcial de 14-0 que les permitió ponerse por delante en el electrónico por primera vez en el encuentro con el 37-35. Tuvieron que pasar siete minutos desde la bandeja de Marinkovic hasta que el Baskonia volvió a anotar con un triple de Howard a falta de 24 segundos del final de la primera parte. Siete minutos fatales en los que los de Peñarroya se mostraron incapaces de completar una posesión limpia, echaron en falta a Thompson –en el banquillo con dos faltas– y se marcharon al descanso con la única buena noticia de ir solo un punto por debajo (39-38).
Sin reacción
Al regreso de vestuarios, ni siquiera el ingreso de Thompson logró terminar con la sequía anotadora azulgrana. Los hombres de Ivanovic, alentados por su público, continuaron apretando y en el minuto 25 aumentaron su ventaja hasta los dobles dígitos con el 50-40 después de que el Baskonia solo consiguiera anotar dos puntos en los primeros cinco minutos del tercer cuarto en una acción individual de Thompson. Y todo esto sin Vildoza, que se retiró cojeando en la primera parte. Los gasteiztarras despertaron de su largo letargo en los últimos cinco minutos del tercer parcial, en el que Kotsar sacó su orgullo peleando bajo los tableros y Hommes y Marinkovic encontraron acierto desde el perímetro, pero todo ello solo sirvió para recortar dos puntos de distancia ante un Estrella Roja que seguía cómodo en ese escenario de posesiones largas, bajo ritmo y aún menor anotación.
El 57-49 que reflejaba en el marcador al inicio del cuarto decisivo era aún salvable, pero para ello el Baskonia iba a necesitar anotar más de los 12 puntos del segundo parcial o los únicamente 11 del tercero. A siete minutos y medio del final, no parecía que fuera a ser ese el caso, ya que los locales lograron incluso distanciarse con un triple de Nedovic que ponía una renta máxima de 11 puntos en el marcador. Thompson se negó a tirar la toalla tan pronto y con tres penetraciones consecutivas de mucho mérito chocando contra la defensa rival logró acercar a los vitorianos a cinco puntos (62-57).
Sin embargo, Campazzo y Nedovic, con un triple cada uno, se encargaron de terminar con cualquier esperanza azulgrana y los colegiados, tan perdidos en el encuentro e intimidados por el Pionir como el Baskonia, añadieron angustia a una derrota ya de por sí muy dolorosa. Ni siquiera los triples liberados que concedió el Estrella Roja al final entraron en una noche en la que no salió nada y que puede pesar mucho en las opciones del Baskonia de entrar en el play off. Ya no hay margen de error.