Cientos de manifestantes participaron la noche de este lunes en dos protestas simultáneas contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cerca de su residencia en Jerusalén, y en la ciudad norteña de Cesáera, donde tiene su segunda residencia, exigiendo su dimisión y la firma de un acuerdo con Hamás para la liberación de los rehenes.
"Hasta que se vaya, hasta que asuma la culpa", coreaban con rabia tras una jornada marcada por la convocatoria de la primera huelga general que concluyó a mediodía por orden de la justicia.
El enfado social contra el mandatario israelí se ha disparado a raíz del hallazgo de los cuerpos de seis rehenes en la Franja de Gaza la madrugada del sábado por el Ejército.
El Ministerio de Sanidad israelí confirmó que estos seis rehenes fueron "ejecutados por Hamás" entre el jueves y viernes pasado, solo unos días antes de que fueran hallados por las tropas.
"Sus decisiones están llevando a sus muertes", gritó Nissan Calderón, hermano del rehén Ofer Calderón, en un escenario instalado cerca de la residencia de Netanyahu en Jerusalén.
Los familiares de los rehenes culpan a Netanyahu de la muerte de estos seis rehenes por no haber firmado durante estos últimos meses un acuerdo de tregua con Hamás que hubiera permitido la liberación de los cautivos con vida.
"Este acuerdo representa no solo la mejor oportunidad de salvar vidas sino también el único camino hacia un futuro mejor para toda la región", recoge un comunicado del Foro de los Familiares de los Rehenes de este lunes.
En el texto también celebran que el Gobierno del estadounidense Joe Biden esté trabajando en la elaboración de un nuevo borrador de alto el fuego, según se filtró hoy en medios norteamericanos.
"Instamos a Netanyahu a demostrar resiliencia, determinación y compromiso similares con las vidas de los rehenes", indican en el comunicado.