donostia – Iñaki Artola busca hoy ante Beñat Rezusta su primera final del Manomanista de Primera en el frontón Labrit de Iruñea, a partir de las 17.15 horas. Es su redención. El delantero de Alegia, que debutó con Asegarce en 2014, siempre había disfrutado en la distancia más importante del curso, pero nunca había sido capaz de llegar a las semifinales. En 2015 fue eliminado en primera ronda por Jaunarena (22-7); en 2016 llegó a cuartos de final tras derrotar a Untoria (8-22) y Rezusta (17-22) y perder con Bengoetxea VI (22-8); en 2017 repitió clasificación al tumbar a Laso (22-13) y caer ante Irribarria (22-6); en 2018 sucumbió en octavos ante Elezkano II (22-11); en 2019 superó a Arteaga II (22-11) para llegar a octavos, donde hincó la rodilla ante Jaka (22-20); y la pasada campaña no pudo jugar. "Todos los años solía decir que me gustaba el mano a mano, pero me daba cierto reparo porque no obtenía buenos resultados. Sigo creyendo en mis posibilidades y preparando todos los años esta modalidad. Ha llegado en año en el que he venido con confianza. También ha habido una pizca de suerte", esgrime el delantero guipuzcoano. Se ha redimido.
"Por una cosa u otra, no habían llegado los resultados. Además, no ha habido ningún año en el que me haya soltado en el frontón. En esta edición, en cambio, he enseñado todo lo que sé hacer", apunta el alegiarra. Por el camino quedan Axier Arteaga (22-2, en la previa de Baiko Pilota), Asier Agirre (22-18 en una prodigiosa eliminatoria física) y Mikel Urrutikoetxea (22-7). "El partido contra Agirre fue un punto de inflexión. Me tocó defender y hacer el trabajo que me cuesta: restar saques o defender desde el seis. El mano a mano no se gana solo con pegada. Vi que podía dar guerra a cualquiera. Me quedé muy a gusto", especifica el delantero de Baiko, que está en plenitud. Se encontró a sí mismo.
"Por problemas de lesiones, de manos, he tenido muchos parones. Así es difícil coger juego. Tengo claro que mi fuerte es darle a la pelota y me costaba hacerlo. He ganado otros recursos, pero lo esencial me faltaba. Este año lo siento otra vez", sostiene Iñaki, quien agrega que "este curso era de los que menos objetivos deportivos me había puesto. Después de la lesión en el Parejas quería dar lo mío y sentirme otra vez pelotari. Lo he conseguido. Mi mentalidad es la de dar guerra. No pienso en que ahora llega una semifinal", concluye el pelotari guipuzcoano.