Manu Sánchez, 20 años, se presenta con Osasuna en el Wanda en plena eclosión de su fútbol y demostración de cualidades. La cesión del joven futbolista del Atlético de Madrid –fue presentado como rojillo el 14 de enero– ha sido otro de los aciertos de las incorporaciones de la temporada, aunque probablemente ni los más optimistas esperaban que iba a adquirir tal dimensión y protagonismo en el equipo. El lateral, de 20 años, tuvo un paso testimonial por los planes de Simeone en el Atlético de Madrid, en donde en dos temporadas solo participó en seis encuentros de Liga –uno más jugó en Copa–.
En Osasuna, desde enero, ha jugado el triple de encuentros en la máxima categoría que con su club de origen –17 en total como rojillo si se suman sus dos participaciones en la Copa–. Es decir, el Manu Sánchez que maravilla en Primera es el que ha despegado en Osasuna, en donde ha demostrado que es un futbolista sobrado para jugar en Primera –en el Atleti era una esperanza– y además ha hecho méritos más que suficientes como para que haya sido bien vigilado por sus mentores.
Precisamente su gran rendimiento en Osasuna, con un fin de temporada espectacular, se puede convertir en uno de los problemas para su continuidad a las órdenes de Arrasate el próximo curso. Cedido hasta final de temporada, en el club navarro son conscientes de que será reclamado por Simeone tras la cesión –el técnico argentino quiere a sus futbolistas cerca– y que la decisión sobre su futuro no va a ser una probablemente una historia corta. El Atlético, inminente campeón de Liga, va a tener que confeccionar y completar una plantilla con jugadores de primer nivel y en ella habrá que esperar al encaje que le quiera dar a un futbolista joven, con proyección, pero todavía en periodo de formación.
A favor del club rojillo está el hecho de que el futbolista solo se plantea una continuidad fuera del Atlético de Madrid en Osasuna y así lo ha manifestado. Algunos equipos de Primera ya han expresado su interés por hacerse con su cesión para el curso próximo –el Levante es uno de ellos–, y el jugador no ha entrado ni a considerar un futuro distinto en Primera que el que marcan sus dos equipos de referencia.
Los técnicos saben que Manu Sánchez está encantado en Osasuna y que sus aportaciones van más allá de lo que se cuece sobre el terreno de juego. El chaval es consciente de que está en un periodo de aprendizaje y asume también las suplencias desde la naturalidad, con todo lo que ello supone para bien en la gestión de un grupo.
Manu Sánchez se ha destacado como un lateral moderno, con un perfil ofensivo extraordinario, que ha dado cuatro pases de gol esta temporada –a Calleri, Moncayola, Budimir y Kike Barja–. El chaval, lo más normal, es que esté en el banquillo ante el Atlético, aunque su contrato de cesión no recoge que no pueda jugar. Bastante es haber crecido tanto.