donostia – Con más de 1.200 miembros rehaleros que dispondrán de una media de 30 perros, la Asociación de Rehalas Regionales Caza y Libertad (Arrecal) vive un momento de auge que puede estar propiciado "por el cambio de las poblaciones de caza mayor, que cada vez es más abundante, y porque para su control son necesarias un mayor número de rehalas, de perros, de jaurías, de recovas...".
Esta percepción del abogado Santiago Ballesteros le llevó a publicar junto al veterinario Nicolás Urbani un primer manual en 2019, cuya tercera edición acaba de ver la luz hace escasas fechas. La nueva Guía práctica para rehalas. Cómo no perderse al comienzo de la temporada pretende ser una herramienta para quienes practican esta modalidad cinegética.
El documento, que puede ser descargado de forma gratuita desde la página de Arrecal (www.arrecal.com, en el apartado Actualidad Rehalera), tiene la finalidad de "aclarar dudas y proporcionar las respuestas más sencillas a las preguntas más complicadas que pueden surgir entre los rehaleros", según explican Ballesteros y Urbani, que son además asesor jurídico y asesor técnico de la asociación, respectivamente.
La necesidad de un manual de estas características está propiciada por "la enorme cantidad de obligaciones en materia de transporte, sanitaria, fiscal, seguridad social e incluso penal que son de aplicación a la rehala", según destacan sus autores. Valiéndose de su experiencia, con esta publicación pretenden proporcionar a quien practican esta actividad "una herramienta útil, que de forma gráfica y sencilla informe sobre todo lo que le interesa saber sobre su rehala, el transporte, la identificación, núcleos zoológicos, obligaciones de desinfección y desparasitación, obligaciones contables y fiscales", entre otros aspectos.
Legislación desbordante Ante la situación que viven quienes practican esta actividad, resulta totalmente necesario "lo que en el campo llamamos una poda de aclareo, es decir, que hay que hacer una poda severa en materia de legislación" porque en cada comunidad autónoma se genera "un laberinto dentro de jeroglífico", subraya Ballesteros. Esta coyuntura que está propiciada por "el crecimiento desordenado y desmedido de leyes, decretos, órdenes, reglamentos, reales decretos, circulares internas,..." genera entre los rehaleros una realidad "inasumible, ya que nos vemos inmersos en el caos normativo más absoluto".
La elaboración de esta guía, que ha sido materializada con el patrocinio de la Mutua de Seguros Deportivos Mutuasport, pretende también dar respuesta a la expansión que están viviendo las rehalas, ya que "ahora hay revocas donde antes no las había, en zonas del norte de España, de Cataluña, de Aragón, de Valencia... Creo que la comunidad en la que más han crecido las poblaciones de jabalíes es Murcia", señala Ballesteros, con lo que parece lógico deducir que el incremento en el número de poblaciones de caza mayor trae aparejado un aumento en el número de rehalas.
Además de recomendaciones sobre aspectos tan dispares como la vacunación y otras sugerencias veterinarias, aspectos relacionados con delitos de maltrato animal o limpieza y desinfección del vehículo de transporte, los autores de la guía dedican un apartado a lo que Urbani, recogiendo la terminología del presidente de Arrecal, Felipe Vegue, denomina gestapo animalista y que Ballesteros define como "nuevos delatores".
Prevenir ante los ataques En el apartado titulado Consejos legales prácticos: ¿cómo defenderse de ataques y denuncias frente a la rehala?, recuerdan que "la mejor defensa es hacer las cosas bien y seguir las recomendaciones técnicas", además de reiterar que existen protectoras que "tienden a exagerar sobre la situación sanitaria y de salud de los perros".
En este sentido, Ballesteros apunta el "nacimiento de una nueva Inquisición, donde las denuncias que se realizan debido al maltrato animal no responden a una situación real. Además, se está construyendo un nuevo cuerpo legal, que lleva al límite las relaciones entre animales y personas y que, al mismo tiempo, pone al pie de los caballos a aquellas personas que tienen animales de trabajo como pueden ser los perros de rehala. Cualquier cosa no puede ser considerada maltrato ni abandono y, por supuesto, no podemos dejar vacío de contenido el derecho sancionador porque esta gente lo que quiere es meter en la cárcel a todos los propietarios de perros de rehala".
Urbani, por su parte, reitera en un artículo de presentación de la guía que se publicó en la web de la asociación, la "triste realidad" que constituye "la inseguridad jurídica aún existente para este colectivo". Asegura que los perros que utilizan los rehaleros "pueden ser simultáneamente y dependiendo del lugar donde se encuentren animales de compañía, trabajo, producción... con diferentes obligaciones en los ámbitos de la sanidad y la protección animal", aunque lamenta que su singularidad ha estado mediatizada tradicionalmente por el desconocimiento "y actualmente por conveniencia del colectivo animalista para reprimir esta actividad cinegética esencial".