Marcelino García Toral tenía razón. Algo sabe de esto el entrenador asturiano. Lejos de ahondar en la polémica por el aplazamiento del encuentro del pasado fin de semana frente al Real Madrid, lanzó un mensaje tranquilizador en la previa del partido de su equipo ante el Villarreal al asegurar que el Athletic sería capaz de competir pese a los 22 días de obligado parón. Dicho y hecho. No solo eso, sino que los leones lograron un triunfo de nota que les engancha a las posiciones de privilegio, las que dan acceso a jugar en Europa la próxima temporada, y, de paso, se permiten el lujo de alejar al conjunto castellonense en cinco puntos. No es una renta muy grande, pues aún quedan tres cuartas partes de liga por delante, pero es un paso, no cabe duda.
La cita de anoche en San Mamés, la primera sin restricciones de aforo, que permitió ver imágenes que parecen de la época de los dinosaurios porque la sensación es de que ha pasado un mundo desde el inicio de la dichosa pandemia del coronovirus, con kalejira incluida, se disputaba con las lógicas dudas de un conjunto que, sin comerlo ni beberlo, se había visto afectado por una guerra que no iba con él. No parece lógico que por el hecho de que un equipo pierda a uno, dos o tres jugadores un fin de semana por un tercer partido de selecciones de la Conmebol se aplacen partidos, un hecho insólito que únicamente sucede en la que mal presume de ser la mejor liga del mundo. Pero como los afectados son unos clubes concretos, pues cualquier ayuda es poca.
Con los elementos en contra y un equipo de la talla del Villarreal enfrente, el Athletic dio la cara. En ningún momento se permitió el lujo de dar la sensación de un equipo poco rodado, al que se le podían haber olvidado los automatismos. Lejos de ello, ofreció una grandísima imagen en la primera media hora de juego, en la que superó a su rival de cabo a rabo. El larguero y Rulli evitaron que los bilbainos obtuvieran una renta más amplia que la del tanto de Raúl García, lo que mantuvo el choque abierto, lo que aprovecho el Villarreal para, en una jugada de muchísima fortuna, en la que le favorecieron varios rebotes, poner el empate en el marcador.
La segunda mitad arrancó más igualada, pero el Athletic, guiado por un excelente Iker Muniain, volvió a dar un paso al frente. Aprovecharon los leones su mejor condición física frente a un submarino amarillo que jugó anoche su tercer partido en solo siete días, para lanzarse a por los tres puntos, que se quedaron en San Mamés gracias al acierto del capitán desde los once metros. No perdonó Muniain, como sí hizo después Berenguer, y el Athletic, pese a su largo parón de 22 días sin competir, se hizo acreedor de la victoria.
Suma y sigue
El de anoche ante el Villarreal supuso un paso más en el Athletic en ese afán que parece tener por no perder en su primer partido tras la vuelta de los compromisos de selecciones. No obstante, tras su triunfo de ayer en San Mamés son ya 21 los encuentros que enlazan los leones sin conocer la derrota a la vuelta de un parón, que en esta ocasión ha sido más largo de lo habitual, ya que le aplazaron el choque que debió jugar el pasado fin de semana frente al Real Madrid. Hay que remontarse hasta el 22 de noviembre de 2015 para dar con la última derrota en unas circunstancias similares. Fue un 2-0 frente al Granada con Ernesto Valverde en el banquillo.
El dato
5
El Athletic ha ganado los cinco últimos partidos disputados en San Mamés en los que ha fallado un penalti, tal y como sucedió anoche frente al Villarreal. Este hecho ya sucedió con anterioridad también ante el conjunto castellonenses así como frente al Rayo Vallecano, el Granada y el Alavés en la anterior jornada.