Navarra

Mari Cruz Corral, el Bombo 'Que hizo a San Fermín llorar'

La voz durante tres décadas de la famosa jota al santo en la procesión, recibe el premio de La Jarana
La peña La Jarana entrega el Bombo de Oro a la jotera Mari Cruz Corral.

Dice Mari Cruz Corral que lo suyo con la jota, el 7 de julio y el balcón de la calle Mayor surgió “de pura casualidad”. Casualidad o no, durante tres décadas su voz protagonizó uno de los momenticos más emotivos de la Procesión, con la jota Que hizo a San Fermín llorar. Una labor que este domingo quiso reconocer la peña La Jarana. Entregó su Bombo a una emocionada Corral tras la comida de socios celebrada en Geltoki.

Mari Cruz, enfermera ya jubilada, nació en Barcelona y con 14 años se trasladó a Pamplona. Aquí se ha quedado. Conoció a Joaquín Zabalza “porque estudié guitarra con él, como muchos de Pamplona, en la buhardilla del número 54 de la calle Mayor”. Unos Sanfermines a comienzos de los años 80 regresaba a casa “de gaupasa ya. Para mí era el 6 a la noche, pero era ya el 7 a la mañana. Estaban en la Procesión Joaquín Zabalza, Alberto Huarte, Ángel Sanz con su acordeón, los hijos de Zabalza y Ángel y unos pocos más”. Joaquín, que ya le había escuchado cantar la jota, le animó: “‘Chica, lo paramos al santo y cantamos’. Y a partir de esa tontería salió”.

Empezaron en la calle, en la esquina del bar García. “Al principio éramos muy poquitos, pero aquello se fue haciendo una bola de nieve. A raíz del fallecimiento de Zabalza, su mujer Maite estuvo hablando con el Ayuntamiento para cantar la jota en el balcón, con la mala suerte de que ese año también falleció ella”. Mari Cruz se asomó al balcón por primera vez, luego les pusieron megafonía y siguió hasta 2016. “Lo dejé porque tenía una edad. Es ley de vida y me quería ir bien, al 100%. Esa ha sido mi historia”.

La galardonada no quiere dejar pasar la ocasión de “agradecer a mis chicos que me han acompañado en esta trayectoria. Primero a José Luis Lizarraga, el autor de la jota. Y a Antonio, Trino, Nacho, Joaquín Zabalza, su hija Maialen...”.

También se acuerda de la familia Huarte y esos “almuerzos maravillosos” que preparaban en el piso de la calle Mayor. “Con un vinito hacíamos un poco de voz mientras esperábamos la llegada del santo. Muchos nervios, muchos abrazos... El antes era un momento de mucha emoción”. Cuando el santo se paraba bajo el balcón, destaca “el silencio que se hacía en la calle Mayor. Es una calle muy buena porque tiene mucha resonancia. Y ese silencio ponía los pelos de punta. Más que mi jota yo creo que era el silencio. Y después los aplausos, aquellos vítores... Buah, muy bonito”.

Mari Cruz dejó la jota de la Procesión -también la que cantaba en la capilla del santo con el primer peldaño de la escalera- pero no se ha quitado de la música porque desde 2002 forma parte del Orfeón Pamplonés. “Es que no es lo mismo cantar una sola que cantar 100 personas. Y yo a esa jota le tenía mucho respeto”.

Casi 10 años después de su último Que hizo a San Fermín llorar, asegura que “la gente me ha tratado muy bien. Yo pensaba que en un par de años la gente se olvidaría, pero no. Me siguen parando, jóvenes y mayores. Y eso da mucha alegría”.

Ahora afronta más tranquila todos los 7 de julio, “sin ninguna chirrinta” ni preocuparse por si se coge un resfriado. Pero el Bombo de La Jarana le ha vuelto a otorgar protagonismo. “Estoy muy ilusionada, contenta y agradecida con el premio, pero también con nervios. Tengo ya ganas de disfrutar en el momento”, decía en vísperas de recibir el galardón. Porque para ella, que se confiesa “muy nerviosa”, “los días de antes son siempre muy malos”.

Este domingo ya ha sido otra historia. Se ha sacudido los nervios y, cómo no, ha vuelto a cantar con La Jarana la jota Que hizo a San Fermín llorar.

03/07/2023