Juan Carlos Unzué protagonizó este domingo el último capítulo de 'Lo de Évole', en laSexta, en el que el exguardameta y exentrenador navarro enfermo de ELA compartió vivencias con el presentador y con sus amigos Andoni Zubizarreta, Olga Viza y Dani Rovira. Uno de los momentos más emotivos del programa fue la conversación entre Jordi Évole y María Elorza, esposa de Juan Carlos, que explicó su experiencia como cuidadora.
"Tengo la sensación de que soy como el cuarto hijo de María", expresa el exportero, un comentario que no gusta a su mujer. "Eso no me lo habías dicho...", expresa ella, tras lo que Unzúe subraya que habla "con toda sinceridad". "Al final yo veo cómo ella me trata a mí y estoy viéndome reflejado en mis hijos", insiste.
"¿Pero tú esto no lo harías por mí?", le pregunta entonces su mujer, a lo que este, de forma sincera, responde que quiere pensar que sí, pero también cree que Elorza necesita tiempo para ella. "Necesita su espacio, pero ella me dice que no. Por suerte, tiene buenos grupos de amigas que la animan a tomar un café, a dar un paseo... y yo le digo que adelante, que yo todavía me puedo quedar en casa", manifiesta el de Orkoien: "34 años de casados el próximo verano. No puedo querer y amar más a María, y no voy a ser capaz de devolverle todo lo que me está dando".
"Soy de Pamplona. Hace 10 años mis padres compraron una casita en Orkoien, el pueblo de Juan Carlos. Ahí nos conocimos. Yo digo que él es mi novio, todavía es mi novio. Es guay ser la novia de un futbolista", relata María. "Nos ha cambiado la vida pero no me veo como su cuidadora, sino que soy su mujer. Lo que hago, lo hago porque le quiero. Él sigue todavía mandando mucho. Me pongo de su parte, Juan Carlos es súperagradecido, y si necesita algo, te lo pide. Él me ayuda mucho a llevar todo esto bien, yo a él le ayudo en el aspecto físico. Me está aportando serenidad y el vivir el presente, estar con los pies en la tierra, y lo que venga, que venga. No pienso en el futuro, estoy viviendo en el presente y hay que aprovecharlo. Esto igual ha reforzado la relación, le quiero más porque veo que es un tío cojonudo, y estoy súperorgullosa de él. Ahora le admiro más", continuaba.
María Elorza mostró una admirable capacidad de empatía y resiliencia: "Esto me lo dicen hace 20 años y digo: me tiro por el balcón. Pero pienso, yo no tengo ningún derecho a estar mal ("sí que lo tienes", le espetó Jordi Évole). Bueno, seguramente sí. Pero no le voy a poner otra traba. De momento lo llevamos así, es lo que hay", concluía María.
Relaciones sexuales
Entre otras cuestiones, Jordi Évole le pidió a Juan Carlos Unzúe durante el programa que se imaginara que "no hay ELA en su cuerpo". "Yo me he visto en situaciones de esas de qué harías si te fueses a morir el mes que viene, en las que, normalmente, no sé qué tipo de amigos tendrás tú, pero uno se va a lo prohibido, a lo que no ha hecho nunca. He estado con amigos y el tema de 'drogarse hasta las cejas' ha salido, o el de atracar un banco, hacer una orgía o no parar de hacer el amor", comentaba el periodista.
En ese momento, Unzúe le cuenta a Évole algo "curioso" de su enfermedad. "Vamos a decir que la musculatura que nos da la posibilidad de tener un acto sexual no se ve afectada. Entonces, curiosamente, tú estás inmóvil, pero tú sigues sintiendo y sigues pudiendo tener una relación sexual con tu mujer", indica el exfutbolista, algo que sorprende enormemente a Évole, quien le lanza una pregunta: "¿Aunque ya solo te queden los ojos para comunicarte?". "Con la ELA estás inmóvil pero sigues pudiendo tener una relación sexual con tu mujer. Todo lo relacionado con la anatomía sexual no se ve afectado, ni los músculos ni los esfínteres ni la vista ni la capacidad cognitiva, en la mayoría de los casos", explicaba Unzué. "Es una enfermedad muy engañosa, muy sibilina. Al principio no me sentía enfermo, no tengo dolor. O te activas o la enfermedad te come en tres días. Necesitamos salir".
'Lo de Évole' transcurrió en su parte central enfocándose en la conversación de amigos entre Zubizarreta, Dani Rovira, Olga Viza, María Elorza, Jordi Évole y el propio Juan Carlos. Todos se reunieron en casa de la pareja para disfrutar del debut de la selección de fútbol en el Mundial de Catar, desde donde les saludó Aitor, hijo de Juan Carlos y María que en aquel momento formaba parte del equipo técnico de Luis Enrique. Juan Carlos confesó que cuando era suplente de Zubizarreta en el Barça lo pasó muy mal, fueron dos años muy duros para él. "Me salvó la Nintendo en Barcelona, me refugiaba en los videojuegos" para no darle tantas vueltas a la cabeza. "Apareció ese ego, quería jugar, yo quería más, y el punto de inflexión para cambiar de equipo fue cuando me di cuenta de que no quería ver Estudio Estadio, porque yo ahí no salía". "En la enfermedad algunos compañeros me dicen 'el míster', y eso me gusta", comentó Unzué entre otras cuestiones, un profesional que ha tenido el privilegio único de coincidir con Johan Cruyff, Diego Armando Maradona y Leo Messi, tres de las más grandes estrellas del fútbol, su pasión.
Eutanasia
"Los defensores de la eutanasia siempre han hablado mucho de la muerte digna, y yo te escucho hablar mucho también de la vida digna. ¿Dónde está la frontera entre la vida digna y la vida indigna?", preguntó Jordi Évole a Juan Carlos Unzúe. "Estoy de acuerdo con tener el derecho de la eutanasia. Me parece que es un derecho que, depende en qué situaciones, saber que lo tienes ahí, facilita las cosas". Jordi le preguntó de forma directa si él llegaría a solicitar la eutanasia. "Si llega el caso y hay unas circunstancias en las que entiendo que esto no merece la pena o que ya lo que he hecho es suficiente, pues no te podría decir que no. Si llega el momento, ¿por qué no?", manifiesta. "Antes de esa posibilidad de decidir morir dignamente, queremos vivir dignamente. Muerte digna sí, pero ante todo, vida digna".
Donación de órganos
Al término del programa Juan Carlos Unzué habló sin tapujos con Jordi Évole de su muerte y reconoció que le gustaría donar las partes de su cuerpo "que puedan servir". "Sé que eso retrasa un poco todos los tiempos y, a veces, tenemos mucha prisa cuando muere alguien en despedirle porque es una situación de tristeza", pero... "Me gustaría que el día que me vaya a marchar no produzca tristeza. Puedo entender que ese día estén tristes, pero quiero que en cuanto puedan, lo más rápido posible, hagan su vida", manifestó, al tiempo que señaló que él ha podido comprobar que "nadie es imprescindible". "Que mi gente sea lo más feliz posible", unas palabras que emocionaron a Jordi Évole.
Para el periodista, "eso es fácil de decir", aunque no tiene claro si sabe "recibir esa información". "Ya sabes que toda esta situación me genera muchísima pena y me cuesta evitarlo, pero estoy muy contento de haber pasado este tiempo contigo, y tienes al equipo maravillado", expresó Évole justo antes de despedir al exfutbolista.
"En esta enfermedad lo mejor que puedo pedir es que la progresión siga siendo lenta. Si me veis activo, es la mejor señal de que estoy todavía bien dentro de las limitaciones que me genera la ELA", concluyó Unzué.