María Guardiola, del PP, se ha convertido este viernes en la primera mujer que presidirá la Junta de Extremadura y también un gobierno de coalición en la región tras haber sido elegida con el apoyo de los 33 diputados del bloque de la derecha.
Con el respaldo de los 28 diputados del PP y los 5 de Vox, que juntos suman un escaño más que el bloque de la izquierda, ha sido elegida en el pleno de investidura que el Parlamento regional ha celebrado desde este pasado jueves.
Será también la primera cacereña que estará al frente del Ejecutivo autonómico -hasta ahora presidido por pacenses-, que aspira a dirigir con "seriedad, estabilidad y lealtad" durante los próximos cuatro años, algo que Vox le ha garantizado otorgándole un "voto de confianza".
La nueva presidenta de la Junta de Extremadura ha pasado de ser una política prácticamente desconocida, incluso para muchos simpatizantes del PP, a acaparar portadas y abrir telediarios, en una carrera de 363 días desde que accedió al liderazgo de su partido.
Guardiola (Cáceres, 1978), funcionaria de profesión, casada y con dos hijos, alcanzó el cenit de su popularidad el pasado 20 de junio con una sola frase.
"Yo no puedo dejar entrar en el Gobierno a quienes niegan la violencia machista", subrayó Guardiola minutos después del choque con Vox que "regaló" al PSOE la presidencia de la Asamblea de Extremadura.
Estas "pasionales" declaraciones, como ella las ha calificado después, dieron la vuelta al Estado y provocaron reacciones a favor y en contra.
A partir de ahí, Guardiola, que había venido defendiendo con ahínco su deseo de gobernar en solitario y de una Extremadura "inclusiva, moderna, respetuosa, permeable, solidaria y responsable", y "donde el amor no admite matices", fue esclava de sus palabras.
Y cuando finalmente cristalizó el acuerdo entre PP y Vox para conformar un gobierno de coalición, con la cartera de Gestión Forestal y Mundo Rural en manos de la formación de Santiago Abascal, su imagen pública y su credibilidad saltaron por los aires.
En esos días frenéticos, en los que su reacción causó malestar en el seno de su partido y se abrió la posibilidad de una repetición electoral, la agencia Rebellius Words dejó de asesorarla al filtrarse unos audios en los que su CEO, Santiago Martínez Vares, arremetía contra Vox.
Muy lejos parece ahora la fecha del 16 de julio de 2022, cuando fue proclamada presidenta del PP de Extremadura con el 98 % de los votos.
Escogida para el cargo en la etapa de Teodoro García Egea como secretario general del PP y del cacereño Alberto Casero como responsable de Organización del partido, la apuesta por ella se mantuvo a pesar de la caída en desgracia del entonces líder del PP, Pablo Casado, y la llegada de Alberto Núñez Feijóo.
Funcionaria de profesión
Funcionaria de carrera, con título superior de economista de la Administración autonómica y con plaza como jefa de sección de Promoción de I+D de la Consejería de Economía, Guardiola saltó a la política local cacereña en 2015 con la alcaldesa Elena Nevado, que la situó al frente de la Concejalía de Transparencia, Innovación, Economía, Hacienda y Desarrollo Tecnológico.
Áreas que ya dominaba, pues había sido secretaria general de Economía y Hacienda (2012) y de Ciencia y Tecnología (2014) con el Gobierno regional de José Antonio Monago.
Previamente, fue jefa del Servicio de Atención a Mayores de la Consejería de Sanidad y Dependencia, y responsable del Servicio de Gestión Presupuestaria de la Consejería de Empleo.
Con la llegada del PSOE a la alcaldía de Cáceres en 2019, pasó a la oposición, pero en el seno del partido ascendió poco a poco hasta ser portavoz de los populares en esta provincia y miembro de la Junta Directiva y del Comité Ejecutivo regionales.
Buenos resultados electorales
Tras una profunda renovación de las candidaturas para las elecciones autonómicas, con un 80 % de caras nuevas y un 52 % de mujeres, se presentó a las elecciones autonómicas con un programa de gobierno que recogía 861 propuestas fruto del proceso participativo "Habla Extremadura".
Y el 28M deparó el triunfo del PSOE, pero el PP, con el mismo número de escaños, 28, y los cinco diputados de Vox, tenía en el bolsillo la llave para gobernar.
"No siento ni vértigo ni temor" ante el mandato de los votos, aseguró Guardiola la noche electoral en un discurso exultante en clave de victoria.
Ahora, por fin, después de varias semanas de sobresaltos y el tutelaje de la dirección nacional de su partido para reconducir las negociaciones con Vox, ya es la primera mujer que preside la Junta de Extremadura.
La sonrisa de hoy de Guardiola, que insiste en que sus "principios están intactos", contrasta con la aparante amargura que reflejaba su rostro mientras firmaba el acuerdo con Vox.