El mundo de los servicios jurídicos al de la belleza. De redactar informes a aplicar tratamientos estéticos a sus clientes. De empleada a ser su propia jefa. En menos de un año, la vida de María Santos ha dado un giro de 180 grados. “La estética siempre me ha llamado la atención, la endermología es un tratamiento que conozco desde hace 20 años y me he formado en cursos teóricos y prácticos. Me gustaba el mundo del los servicios jurídicos, pero me apetecía regentar un negocio por mi cuenta”, comenta María Santos, que ha abierto un centro de belleza y estética en la calle Navarro Villoslada de Pamplona.
La pamplonesa se lanzó a la aventura en una época en la que la pandemia daba sus últimos coletazos y la inflación empezaba a asomar. “Son decisiones que cuestan tomar porque dejar un puesto de trabajo nunca es fácil y corres un riesgo. Además, en tiempos de crisis, la gente tiende a ahorrar y restringe los artículos que no son de primera necesidad. Sin embargo, este ámbito está en auge porque cada vez nos preocupamos más de nuestro cuidado estético. Empecé en octubre del año pasado y me di a conocer por redes sociales y en círculos de amigos. El boca a boca ha funcionado y ya he afianzado clientela”, asegura.
El centro ofrece dos tipos de tratamientos. En primer lugar, la endermología –o LPG endermologie–, una técnica de lipomasaje que reduce las zonas de acumulación de grasas a través de la estimulación de la circulación y reducción de tejido adiposo. “Este tratamiento estimula la actividad celular de la piel. A nivel corporal, elimina la grasa localizada, moldea la figura, reduce el volumen, ayuda a evitar la retención de líquidos, y, mediante la orina, se eliminan las toxinas que acumulamos en el organismo”, explica María. A nivel facial, subraya, esta técnica reactiva la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico: “Conseguimos reafirmar la piel, mejorar su tono, rellenar arrugas y eliminar la doble papada por acumulación de grasas”.
En segundo lugar, el tratamiento hidrofacial, “una técnica no invasiva de limpieza y exfoliación profunda de la piel. Hidrata, nutre, oxigena y mejora el tono de la piel”, señala. A parte de la limpieza, este tratamiento, a través de un ultrasonido de radiofrecuencia, activa el colágeno y la elastina para reducir las arrugas.
El cliente que hace uso de estos tratamientos, apunta, es mayoritariamente femenino porque “a nivel corporal la endermología se enfoca en la mejora de celulitis y piel de naranja, una patología que está más pronunciada en las mujeres. Tengo clientes jóvenes y de edad avanzada”, detalla.
LAS ARRUGAS
María es consciente de que el paso del tiempo y las arrugas son ley de vida y que muchas personas, que ven el envejecimiento como algo natural, se opongan a estos tratamientos. “Al final, con arrugas vamos a terminar todo el mundo. Pero si estimulas tu organismo y lo activas, tanto con aparatología como con tratamientos de cosmética, el envejecimiento será más lento y tendrás la piel mejor, más limpia y con más luminosidad. Lógicamente, con el tratamiento no te vas a quedar de repente lisa, sin arrugas. Pero vas a estar mejor y la flacidez de la piel tardará más en salir”, subraya. Eso sí, María reconoce que sus tratamientos no son “mágicos” e indica que la alimentación y el ejercicio son imprescindibles en el aspecto del cuerpo.