Mariezkurrena II se exhibe y toma el poder

A Peña II y Mariezkurrena II, de naturaleza pegadora, les convenía la academia y la ortodoxia. Pegar duro y al mentón. Boxear más que pelotear. Mostrar bíceps y alargar el frontón, estirarlo para aislar a Ezkurdia y someter a Martija, obligado a alquilar una pedazo de suelo del Labrit. El muro de las lamentaciones para el de Etxeberri.

Tuvo que instalarse entre el 8 y el 9, esperando el bombardeo. Se bunquerizó el zaguero navarro, atrincherado en el sufrimiento, auxiliado por el sotamano y la hiperactividad de Ezkurdia, que convencido de su jerarquía, buscó enredar en las zonas calientes del frontón. Quería imantar a Peña II en un pleito alocado.

La idea del delantero de Arbizu era jugar en la jaula, de la que es campeón. El tolosarra no se dejó engatusar. No se desviaron Peña II y Mariezkurrena II del libreto. Lo suyo es la pegada furiosa.

Crucificado Martija y desconectado Ezkurdia durante numerosas fases, convertido en un controlador aéreo sin conexión con la pelota, el guipuzcoano y el navarro contaron su tercera victoria (22-12) en lo que va de Parejas. Ezkurdia y Martija, campeones del 2020, solo tienen un éxito. Están obligados a mejorar. De momento, el torneo se les atraganta.

INICIO EQUILIBRADO Y DURO

El arranque en la bombonera iruindarra fue un canto a la minería, a los trabajos duros que exigen hasta el tuétano. Tantos largos, bien jugados, que demandaban entrega absoluta para que pestañeara el marcador. Ezkurdia y Martija tomaron la primera renta (3-0) con una pelota difícil de mover, pero en semejante escenario la igualdad reinó en cuanto Peña II y Mariezkurrena se ajustaron y olvidaron un par de errores.

Equilibrada la balanza entre las dos propuestas, se masticaron bellos tantos, diamantes entre el carbón, pero a medida que el partido se fue cargando de peso y tonelaje, crecieron el delantero de Tolosa y el zaguero navarro en la misma medida que menguaron Ezkurdia, lejos de la acción, y Martija, sometido a los latigazos del zaguero de Berriozar, que ganó el centró de la cancha y estalló una y otra vez con la derecha veloz y voraz.

MARIEZKURRENA II ABRE GAS

La igualada a 7 fue el último abrazo entre las dos parejas, que se alejaron. Los decibelios de Mariezkurrena II comenzaron a tronar sobre la defensa de Martija, cada vez más hundido, próximo al rebote, un paredón de fusilamiento. Tuvo que guarecerse en la cueva mientras el explosivo Mariezkurrena avanzaba a campo abierto. Cada vez más lejos del frontis Martija, sin capacidad de quitar el aire a Peña II, el delantero guipuzcoano fue recolectando flores después de que su zaguero le desbrozara el terreno.

Tras los trabajos de demolición, roto el debate tras enlazar una tacada de 8-0 con Mariezkurrena II al mando (15-7), se dedicaron a la decoración. El partido no tenía punto de retorno. Los tantos caían en cascada para Peña II y Mariezkurrena II. En clara ventaja por el abrumador dominio de su zaguero, el delantero de Tolosa seleccionó a la perfección cuando debía de entrar para hacer daño. Ezkurdia trató de rebelarse pero la distancia era sideral. Se mantuvo inalterable el guion en el Labrit. Mariezkurrena II se exhibe y toma el poder.