Vanja Marinkovic está siendo sin duda una de las grandes noticias del arranque de temporada baskonista. El escolta serbio, con la confianza renovada tras el Eurobasket, parece haber dejado atrás su gris curso 2021-22 y ha arrancado con una versión muy diferente, siendo una pieza importante en la rotación de Peñarroya con más de 21 minutos de media por encuentro tanto en ACB como en Euroliga. "Me estoy encontrando bien en este inicio de temporada. Es verdad que contra el Tenerife no estuve bien, ya que cometí tres faltas en cinco minutos, pero es solo un partido y nos quedan ocho meses de competición por delante, así que no hay que darle más vueltas", ha afirmado el escolta en su intervención ante los medios de comunicación de esta mañana.
Según el jugador baskonista, el tropezón sufrido el pasado domingo contra el conjunto canario se debe a que los rivales "llevan cinco años jugando juntos" y los de Peñarroya todavía están verdes. "Tenemos que aprender de partidos como el del domingo. Somos un equipo joven, que todavía se está conociendo, y nos falta esa experiencia que ellos sí tienen, pero es algo que iremos consiguiendo con el paso de los partidos", afirmó Marinkovic, que puso énfasis en los 26 puntos encajados en el último cuarto, algo que "no puede volver a ocurrir". En cualquier caso, no todo fue negativo, ya que piensa que, quitando esos minutos finales, el equipo fue creciendo según avanzó el partido y eso es una buena señal: "Llegamos a ir perdiendo 19-33 y luego nos pusimos por delante. Ahí se notó que somos más jóvenes y somos superiores físicamente".
Un reencuentro especial
En cualquier caso, toca pensar ya en el encuentro del próximo viernes contra el Partizan el 20.30 horas en el Buesa Arena, un duelo en el que Marinkovic tendrá sentimientos encontrados, ya que se enfrentará al club de su ciudad, en el que se formó y que le hizo debutar como profesional. “Seguro que será un partido especial, llevaban diez años sin competir en la Euroliga y es una buena noticia que regresen”, celebró el escolta. A pesar de todo el tiempo que pasó allí, admite que no podrá dar muchas pistas a sus compañeros sobre lo que se encontrarán en la cancha. “Ahora mismo solo conozco dos o tres personas dentro del club. Me fui hace unos años y ahora está muy renovado, el equipo y el cuerpo técnico es totalmente distinto”, aseguró.
Lo que no ha cambiado ni cambiará nunca es la pasión que siente Belgrado por el baloncesto y que es palpable en cada duelo que disputa el Partizan, tanto en casa como lejos de su pabellón. “Eso siempre es así, y ahora que regresan a la Euroliga la afición está muy ilusionada y han vendido muchísimos abonos. En el primer partido del torneo contra el Alba Berlín viajaron alrededor de mil aficionados y seguramente veamos a muchos en el Buesa Arena el viernes. Acompañan al equipo allá donde vaya, no importa si juegan en Berlín o en Azerbaiyán”, destacó el ex de Partizan y Valencia Basket. Eso sí, el vínculo emocional que le une a Belgrado no influirá en sus ganas de conseguir el triunfo: “Ponerse 2-0 en Euroliga sería importantísimo para nosotros”.
Sensaciones positivas
Pese a la última derrota sufrida ante el Tenerife, Marinkovic opina que el Baskonia llega en buen momento al duelo del viernes. “Nos estamos encontrando bien físicamente, no creo que perdiéramos por cansancio. Cuando lleguen las semanas con triple jornada seguramente nos cueste más, pero hasta ahora estamos llevando bien la acumulación de partidos”, aseguró.
En cuanto al aspecto táctico, también se está encontrando cómodo en con las nuevas responsabilidades que le ha asignado Peñarroya, aunque no esté acostumbrado a subir el balón como le está tocando hacer en algunos encuentro. “Es algo nuevo para mí, eso seguro. Cuando no está Thompson en la cancha o Kurucs no tiene un buen día nos toca a Howard o a mí cumplir con esa función de manejar el balón y distribuir el juego, pero de momento nos está yendo bien así”, sentenció.