Mario López niega la agresión sexual a una de sus jugadoras y dice que fue algo "platónico" mientras que la víctima afirma que sentía "terror" hacia él

Primera jornada del juicio contra el ex entrenador del Gernika de baloncesto que hoy continúa con la declaración de testigos y este jueves quedará visto para sentencia
Mario López, accediendo al Palacio de Justicia en la primera sesión del juicio por un presunto delito de abusos sexuales. Oskar Gonzalez

El ex entrenador del equipo de baloncesto femenino de Gernika acusado de agresión sexual a una de sus jugadoras cuando esta tenía 13 años ha declarado este martes en la vista oral que fue una relación "platónica" por parte de la denunciante, "sin ningún tipo de contenido sexual".

En la primera sesión de la vista oral por estos hechos, que se hicieron públicos en 2023, se ha celebrado a puerta cerrada para evitar "la confrontación visual" de la víctima con el encausado, y en esta jornada han declarado el acusado, la denunciante, que ha testificado protegida por un biombo, y la psiquiatra que la trata.

Relación platónica

Según han trasladado desde la defensa del ex entrenador, el acusado ha afirmado, "como lo lleva reconociendo desde hace años", que fue una relación "de tipo platónico, sin ningún tipo de contenido sexual". De esta forma, no ha admitido "contactos sexuales" y, además, ha indicado que la denunciante "ha reconocido" que le envió "cartas de amor" al acusado. Por su parte, desde la acusación particular han declinado hacer declaraciones hasta que se dicte la sentencia.

La sesión se ha prolongado durante casi cinco horas, mientras en el exterior del Palacio de Justicia en Bilbao se ha concentrado Gernikako Sare Feminista para mostrar su apoyo a la víctima y denunciar un sistema judicial que "no protege a las víctimas".

Además de los 14 años de cárcel, el ministerio público solicita también para este ex entrenador inhabilitación absoluta, el abono de las costas, que se le prohíba acercarse durante un periodo de diez años a la localidad vizcaína de Guernica, donde reside la víctima, y a indemnizarla con 20.000 euros.

Por su parte, la acusación particular pide 18 años y nueve meses de prisión por agresión sexual continuada, además de una indemnización de 150.000 euros por daño moral y social.

Abusos y agresiones durante tres años

El escrito de la Fiscalía destaca que el acusado fue entrenador de baloncesto de la jugadora, que ahora tiene 39 años, desde que esta pasó a formar parte del equipo del colegio entre los 10 y los 16 años. A partir de julio de 1998, según relata, comenzó a someter a tocamientos a la entonces menor.

De hecho, subraya que el ex entrenador "buscaba y aprovechaba momentos para estar a solas" con ella "a fin de mantener relaciones sexuales", aprovechándose de la situación familiar de la víctima, "dada la ausencia de cuidado y control parentales".

La primera agresión sexual la habría cometido cuando invitó a la joven a ver un partido de baloncesto en una vivienda de Gernika, municipio en el que ambos residían. Fue entonces cuando le introdujo la mano en el pecho y, al comenzar la menor a llorar, el encausado le aseguró que no volvería a pasar.

Sin embargo, tal como narra el ministerio público, estos "encuentros continuaron en el tiempo y subieron en intensidad". La jugadora se sometía a ellos "dado el temor que le infundía" su entrenador por su posición y la "gran diferencia de edad" que existía entre ambos.

Tal como indica el escrito de acusación, el "temor" que la víctima sentía hacia su agresor aumentó porque este tocaba el claxon cuando pasaba en coche por su casa, conducía "de manera agresiva y temeraria" cuando viajaba con ella o si se mostraba "agresivo y desproporcionadamente exigente con ella en los entrenamientos". Además, le impuso hablar a diario por teléfono con él.

La Fiscalía afirma que, sin poderlo concretar en el tiempo, el acusado, "con excusas del entrenamiento y perfeccionamiento del baloncesto", llevaba a la jugadora a su domicilio o la llamaba para que ella fuera, y aprovechaba viajes o estancias que realizaban para jugar partidos para someterla a agresiones sexuales, como tocamientos, u obligarle a practicarle felaciones o masturbarle.

A partir de cierta fecha, precisa que "empezó a penetrarla analmente", y asegura que todas estas relaciones las mantuvo con la menor sin su consentimiento o esta se sometió a ellas al sentirse intimidada por su entrenador.

La víctima ha sido diagnosticada de trastorno por estrés postraumático y precisa de tratamiento psiquiátrico y psicológico.

En la sesión de este miércoles está previsto que declaren testigos, entre ellos otros entrenadores de baloncesto y jugadoras con las que coincidieron víctima y acusado en aquellos años. También se presentarán las periciales y el jueves será el turno de los informes finales de las partes.

15/01/2025