El frontón de Markina Xemein, que por algo es La uni, es historia perpetua. La de ayer, escrita, sobre todo, con cesta punta; allí se doctoraron muchos pelotaris locales, de la talla de Narciso Salazar, Claudio, Arnedillo Mayor, Erdtza Menor y Cazalis Menor, a principios del siglo XX. La de hoy se traza con el ajetreo y la alegría de niños y jóvenes que disfrutan con la pelota a mano. Es La uni donde los más pequeños aprenden este deporte y se enganchan, gracias al trabajo realizado por Markina Xemeingo Esku Pelota Taldea, una labor generosa que será distinguida con uno de los premios DEIA dedicados al ámbito no profesional.
Esta es la actualidad de una escuela con unos 70 chavales que son pura energía. Pero también hay un recorrido pretérito. Y es de bote largo, muy largo. La escuela de pelota de Markina Xemein inició su andadura en 1976. Casi cincuenta años dándole a la pelota. “Aquí se jugaba más a cesta punta, esa era la tradición. Serafín Ibarra fue el que introdujo la mano en Markina; empezaron unos amigos a jugar a mano y pensaron que lo mejor sería crear una escuela con los niños”, explica el actual presidente, Abel Calvo Arrieta. Él encabeza una junta directiva que le pone mucho empeño e implicación. “Estamos diez personas. Sí cuesta que la gente se anime a estar en la directiva, pero los que estamos lo hacemos con ganas; nos repartimos bien los trabajos y estamos a gusto. Económicamente también estamos solventes, dentro de lo que hay. Y tenemos también en plantilla a un entrenador”, describe Abel.
En la cancha, felices y adquiriendo destrezas, están 70 niños y jóvenes, desde los 6 años hasta “gente senior, de 20 o 30 años”, apunta el mandatario. Solo hay dos chicas. “Empiezan muchas, pero luego lo van dejando...”, lamenta Abel. Una de las que sí continúa en la escuela, que tiene 12 años, está participando en Emakume Master Cup. “Tiene muchas ganas e intentamos apoyarla mucho”, señala el presidente.
“Principal objetivo”
Pero si hay una competición predilecta para Markina es el Interpueblos. El año pasado se ajustaron una nueva txapela para confirmar su dominio en los últimos tiempos. “Para nosotros, es el principal objetivo porque a los chavales les motiva mucho: los otros campeonatos son individuales, va el chaval con su padre o su madre a jugar no sé dónde… Y en este se crea un espíritu de equipo muy chulo, juegas contra otros pueblos… A nosotros se nos ha dado muy bien en los últimos años”, reconoce Abel. “Tenemos una plantilla bastante homogénea; a partir de los 14 años les cuesta seguir, porque la pelota es un deporte exigente. Y este año tenemos un buen equipo para estar en la pelea. Los pelotaris están muy motivados”, avisa el presidente de Markina Xemeingo Esku Pelota Taldea.
Mientras tanto, esta escuela va organizando otros eventos con los que dar más protagonismo a la pelota en el municipio que tanto la adora. “Estamos con el campeonato de veteranos de pelota goxua: algunos han dejado de jugar hace poco, igual tienen 26 o 27 años, y otros tienen 50. Nos echamos unas risas porque a la gente le gusta ver a la gente del pueblo”, asegura Abel.