El Buesa puesto en pie gritando “¡MVP, MVP, MVP!”. Rendidos a Markus Howard. A sus pies. Intratable. Dueño y señor del partido. Pero ¿de qué planeta viniste Markitos? Una estrella de otra galaxia. Los números hablan bien a las claras de su descomunal partido. 33 puntos en 23:49 segundos. Espectacular.
Desde su presentación ya advirtieron de que el aficionado se iba a divertir con este jugador. ¿Divertir? Tras lo visto ayer más que eso. La grada se lo pasó en grande con el juego de este loco bajito que parecía sacado de una play station.
Talento y carácter puesto al servicio del equipo. Talento por su capacidad para anotar puntos en cualquier momento del partido. Carácter para hacerlo en los minutos calientes del partido. Desde luego no le tembló la mano para lanzar un triple en suspensión cuando el cronómetro llegaba a su fin y forzar la prórroga.
Howard fue la punta de lanza de un Cazoo Baskonia coral. Sí, un Baskonia que funcionó como un equipo perfectamente sincronizado y a prueba de bombas, que no se rindió pese a ir cuatro abajo a falta de menos de medio minuto. La fe del conjunto azulgrana movió montañas anoche. Una fe en la que tuvo mucho que ver Howard. Una estrella cósmica.
Ante el Unicaja ya dio una pequeña muestra de lo que es capaz de hacer en muy poco tiempo. Pues bien ayer su exhibición fue superlativa. Los adjetivos se quedarían cortos para definir su partidazo.
Las estadísticas pueden acercar un poco a entender su exhibición. Y es que sus 33 puntos llegaron gracias a un descomunal porcentaje del 66,7% en el tiro de tres (8/12), a los que hay que añadir un 87,5% (7/8) en tiros libres y un más discreto 1/4 (25%) en tiros de dos, a los que hay que añadir una asistencia, un robo y la friolera de siete faltas recibidas.
Una pesadilla para el Partizan de Belgrado. Un jugador imposible de parar. Un base que volvió locos a los defensores a sus pares y que fue clave en la remontada del Baskonia. Sí. El director de juego estadounidense fue clave en el parcial de 32-19 del segundo cuarto con el que el Baskonia se metió en el partido. El Partizan estaba haciendo mucho daño desde la pintura. Lessort, con 9 puntos, y Leday, con 5, en el primer cuarto campaban a sus anchas por la zona.
El cuadro de Belgrado se aprovechaba de su superioridad física para coger más rebotes y hacer daño con unos interiores letales. Pues bien, Peñarroya apostó por jugar con bajitos –Thompson, Howard, Kurucs, Tadas y Costello– y le salió bien. Festival del triple. 7 de 12 en ese segundo cuarto en el que Howard con 3/4 fue el mejor en ese aspecto. Tadas con 2/2, Costello (1/2) y Kurucs (1/3) le secundaron a él a un Howard superstar, que se puso la capa en la prórroga para volver a dar la vuelta a un marcador en el tiempo extra que se puso cuesta arriba con cinco puntos seguidos. Una canasta a tablero y otro triple de la casa. ¡MVP, MVP, MVP!