El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, asumió ayer martes como suya la actuación de la Guardia Civil en el asalto a la valla de Melilla del pasado 24 de junio, cuando murieron al menos 23 subsaharianos, y aseveró: “Yo di la orden de proteger nuestras fronteras”.
“Le han pillado con el carrito del helado”, le espetó el senador del PP Fernando Martínez-Maíllo durante el pleno en la Cámara Alta, después de reprocharle que haya entregado los vídeos de los sucesos “sesgados y censurados”. “Dimita de una vez, por dignidad democrática”, dijo.
Marlaska, por su parte, reiteró que la tragedia no tenía que haberse producido; que el asalto a la valla fue “muy violento” con los inmigrantes armados con “hachas, radiales e instrumentos peligrosos”; y que la respuesta de la Guardia Civil fue legal y proporcionada. Una actuación que asumió como propia porque él fue quien dio la orden de proteger las fronteras.
Por su parte, el PNV se quejó de que el Ministerio del Interior sigue sin enviar al Congreso las imágenes prometidas hace una semana sobre la tragedia ocurrida en Melilla. “Ocho días después del viaje de los diputados, no sabemos nada”, protestó el portavoz jeltzale, Mikel Legarda.
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortíz, desveló que están recabando información sobre los “lamentables” hechos y opinó que “la muerte de tantas personas merece una investigación a fondo”. – NTM