Maroan Sannadi fue despedido de San Mamés bajo una cerrada ovación tras anotar su primer gol con la elástica rojiblanca. El ariete, que tuvo una pelea intensa con los centrales del Valladolid, tuvo incluso que recibir curas por un corte en la ceja en un choque fortuito con Javi Sánchez. Tras pasar por el vestuario y acicalarse, rápidamente puso rumbo a la que fue su casa durante la primera parte de la temporada para presenciar el triunfo del Barakaldo ante Unionistas.
Un futbolista más
Maroan vivió con los mismos nervios que cualquier aficionado un partido que se puso de cara para los de Lasesarre en los primeros compases del choque. Cuando el árbitro pitó el final del encuentro, el delantero rojiblanco saltó al césped, se abrazó a sus compañeros y encabezó la expedición fabril hasta la zona donde habitualmente se ubican los aficionados más ruidosos del Barakaldo.
Allí, Maroan se sumó a los festejos junto a sus excompañeros para después fundirse en un cariñoso abrazo con todos los integrantes de aquella grada. Los cánticos en agradecimiento para el delantero se sucedieron durante varios minutos así como las muestras de cariño en redes sociales tras el encuentro.
Con el Barakaldo, Maroan anotó durante la primera parte de la temporada un total de 11 dianas que le catapultaron a Lezama. Gracias a sus tantos, el Barakaldo se fue poco a poco asentando en la zona alta de la tabla hasta convertirse en un serio aspirante a la promoción de ascenso. Tras su marcha, el Barakaldo recibió 300000€ que utilizaron por la vía rápida para fichar a Álex Valiño, que anotó ayer su primer gol con su nuevo equipo.