Marta Buesa, hija del vicelehendakari asesinado Fernando Buesa, ha asegurado que mientras EH Bildu no condene el terrorismo y los ataques a las víctimas no se podrán empezar a sentar las bases de una convivencia sana.
Marta Buesa ha inaugurado este jueves el XXI Seminario organizado por la Fundación Fernando Buesa y el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda, que este año debate sobre los mitos del terrorismo.
Buesa ha recordado que el terrorismo de ETA asesinó muchas vidas y dejó "una comunidad devastada, que se mostró durante mucho tiempo indiferente e impasible ante la violencia, muchas veces lejana y hostil con las víctimas. Aún seguimos padeciendo sus efectos", ha denunciado.
Por ejemplo, hace tres semanas atacaron el monolito levantado en el lugar donde ETA asesinó a su padre y a su escolta Jorge Diez Elorza, y al día siguiente, vandalizaron la tumba de Fernando Buesa.
"Fue un ataque directo a nuestro corazón. Pasamos de la incredulidad inicial: ¿Cómo es posible?, ¿Otra vez?, a la desolación de regresar a la oscuridad de años atrás", ha explicado Marta Buesa.
A la vez, la familia recibió "muchísimos mensajes que transmitían fuerza, amor, ánimo, apoyo, solidaridad y cariño", mensajes que hoy ha agradecido.
"No caben distintos discursos en función de la víctima"
Al mismo tiempo, ha subrayado, fue "desgarrador" saber que la declaración institucional del Ayuntamiento de Vitoria no tuvo el respaldo unánime de todos los grupos políticos.
"Fue tremendamente decepcionante conocer que EH Bildu no quiso sumarse a esa declaración. Ese partido que, ante una agresión machista, no tiene ningún problema en expresar (y cito textualmente) "su más enérgica condena y rechazo, así como su apoyo y cercanía hacia la víctima y su entorno" es incapaz de apreciar y expresarse en idéntico sentido cuando se trata del ataque a una víctima de ETA".
Para Buesa, "esta asimetría moral es indecente. No es suficiente rechazar el ataque que sufrimos o decir que es inaceptable. Si no va acompañada de un reproche ético no sirve para nada, su efecto es cruel e injusto". A su juicio, en el plano moral "no caben distintos discursos en función de quién sea la víctima".
Marta Buesa ha insistido en que este reciente ataque a la tumba de su padre es "el día a día de muchas víctimas de ETA que viven en Euskadi y Navarra, que ven cómo las calles donde viven, los parques y plazas donde juegan sus hijos o sus nietos, están llenos de la propaganda que elogia a quienes asesinaron a sus familiares y legitima lo que hicieron. ¿Cómo es eso posible?, ¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar semejante desprecio?", se ha preguntado.
"Es con esa parte de la sociedad que aún vive atada a los mitos con los que mataron con la que tenemos que construir la convivencia. Mientras sus líderes no sean capaces de sentir y expresar públicamente ese reproche ético y moral sobre la justificación del recurso a la violencia, no podremos empezar a fijar las bases sólidas que una convivencia sana, en paz y libertad requiere", ha concluido.