Abel Antón y Martín Fiz, los dos máximos exponentes del maratón español a lo largo de toda su historia, revivieron este domingo en Atenas, veinticinco años después, aquel 10 de agosto de 1997 en el que el atleta soriano se proclamó campeón del mundo al adelantar a su amigo y rival, que se tuvo que conformar con la plata pese a liderar la carrera hasta los últimos 200 metros.
Esa fecha, escrita con letras de oro dentro del gran libro histórico del atletismo español, la quisieron volver a vivir juntos Abel Antón y Martín Fiz, ya sin la presión de aquel día y con el simple objetivo de rememorar esos tiempos y ensalzar su amistad poniendo en valor la gesta que hicieron.
Abel Antón, con un tiempo de 2h13:16, levantó aquel caluroso día del mes de agosto de 1997 los brazos en señal de victoria en el estadio Panathinaikó y solo cinco segundos después entró Fiz, que cedió la corona mundialista que había logrado dos años antes en Gotemburgo (Suecia).
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Ese adelantamiento de Abel Antón a Martín Fiz a falta de doscientos metros para la meta y la táctica que utilizó el soriano en la carrera, que no dio ningún relevo al vitoriano, dio mucho que hablar en su momento, aunque la cosa no pasó a mayores.
"Las rencillas no llegaron a tanto. Martín era campeón del mundo y cuando un plantea una carrera lo hace para ganar. Así fue y cada uno planteó una táctica diferente. La táctica suya era tirar lo máximo posible para llegar a la meta y yo tenía claro que lo único que tenía que hacer era aguantar el ritmo que impuso porque si llegaba a los últimos metros así tendría opciones", dijo Antón.
El sueño incumplido de Martín Fiz
Martín Fiz, lesionado, no pudo cumplir en Atenas el sueño de volver a correr completo el maratón junto a Abel Antón. Aun así, quiso disfrutar de la fiesta y en los últimos dos kilómetros se incorporó al recorrido por el centro de la ciudad ateniense para poder llegar junto a su amigo al Estadio Panathinaikó, icónico al ser el que acogió la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos en 1896. "Le he estado esperando como si fuera mi hijo. Expectante, nervioso e inquieto", dijo Martín.
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Antón, con el dorsal 1, enfiló los últimos metros junto a Fiz, dorsal 2, bajo la atenta mirada de los miles de espectadores que se congregaron en el estadio, un recinto único en el mundo por estar construido enteramente de mármol blanco.
Los dos atletas españoles, embajadores del Banco Santander, impulsor de esta iniciativa, cruzaron la línea de meta en un tiempo de 3h39, un crono muy alejado de los que alcanzaban en su etapa como profesionales. Esta vez el reloj daba igual, lo importante era celebrar una rivalidad deportiva pero sobre todo una amistad de muchos años regada en mil anécdotas.
"Cuando entras sientes ese gran triunfo que tuvo el maratón español aquí en Atenas y piensas en cómo pudimos ganarlo porque es una carrera muy dura", declaró Antón al llegar a meta de la mano del atleta vitoriano.
"Me he emocionado. Esta carrera siempre va a ser especial y me ha regalado una cosa muy importante, que es la de poder entrar otra vez a este estadio", apuntó Fiz.
De esta fiesta pudieron participar un centenar de amigos, familiares y corredores populares, que se apuntaron a esta iniciativa para festejar la efeméride y correr el mismo maratón que ellos. "Una de las cosas más bonitas de esto, y que más nos motivaban, era compartir este momento con personas que nos han acompañado durante años", confesaron.
El maratón de Atenas siempre estará ligado a Abel Antón y Martín Fiz. Más allá de su historia deportiva es la historia de una amistad.
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"Hemos coincidido toda una carrera deportiva juntos, hemos sido rivales, y lo que más me importa es que ahora somos amigos", subrayó Abel Antón, mientras que para Martín Fiz el soriano es "un referente" y parte de su propia historia.
"Hemos hecho el recorrido atlético desde que teníamos 13 años. Nuestro mundo no es una moda sino un modo de vida. Nos gusta, es nuestra válvula de escape y hemos tenido el privilegio de que nuestra afición ha sido nuestra profesión", confesó el vitoriano.
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Este maratón de Atenas no será el último para Abel. En 2024 espera volver a correr en Sevilla para conmemorar el veinticinco aniversario de su victoria en el Mundial de 1999.
Martín Fiz, muy prolífico corriendo maratones en los últimos años, ha seguido coleccionando victorias en su categoría Máster 50 en los seis más importantes del mundo, los llamados 'six majors' (Londres, Nueva York, Tokio, Boston, Berlín y Chicago). Su próximo objetivo es correr los cinco medios maratones más importantes y ganarlos también.
De lo que no hay duda es que Abel Antón y Martín Fiz son dos de los mejores maratonianos de la historia del atletismo internacional, un talento que también les llevó a ser reconocidos, junto con los otros integrantes de aquel equipo que se proclamó campeón de la Copa del Mundo (José Manuel García, Fabián Roncero, Alberto Juzdado y Diego García), como ganadores en 1997 del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.