El consejero de Salud, Alberto Martínez, planteará al Ministerio de Sanidad reducir a tres años, de forma transitoria, la formación de médicos de familia para "disponer cuanto antes" de profesionales, ante el "grave problema" de falta de médicos en Osakidetza, y ha advertido que la anulación de la homologación de los títulos universitarios obtenidos en el extranjero "dificulta aún más la posibilidad de tomar decisiones".
En declaraciones previas a la inauguración de la nueva Unidad de Paliativos del Hospital de Santa Marina en Bilbao, Martínez ha insistido en el "grave problema de déficit de profesionales, especialmente de médicos" que existe en Euskadi y ha advertido que es "un problema grave, casi ya crítico". Según ha asegurado, es "prácticamente el principal problema que tenemos ahora mismo en el Servicio Vasco de Salud".
Además, ha añadido que es un problema que "está generando un malestar profundo en la ciudadanía, que no acaba de comprender por qué nos es difícil encontrar un médico de familia para Ataun o para Llodio, una psiquiatra infantil para Bidasoa o un pediatra para Gasteiz". "Lo entendemos y hacemos nuestro el malestar, porque es una situación que consideramos crítica y que obliga a tomar decisiones", ha afirmado.
Tras remarcar que el "déficit de médicos es, fundamentalmente, una competencia del Ministerio de Sanidad", ha recordado que el pasado 6 de marzo se reunieron con la ministra de Sanidad, Mónica García, a la que plantearon diferentes opciones para abordar este problema pero el Ministerio "no nos hizo ninguna propuesta, no tenía ninguna idea para resolver el problema".
"NINGUNA RESPUESTA" DEL MINISTERIO
A fecha de hoy, ha criticado, no han recibido "ninguna respuesta" a sus propuestas, lo que supone una situación "muy decepcionante", como lo es también, según ha asegurado, la sentencia del viernes del Tribunal Supremo que anula la homologación de títulos universitarios obtenidos en el extranjero, porque "dificulta aún más todavía la posibilidad de tomar decisiones". "No nos dejan hacer, ni hacen", ha censurado.
A pesar de todo, ha asegurado que el objetivo del Departamento de Salud es seguir, "en la medida de nuestras posibilidades, tomando decisiones". En ese sentido, ha anunciado que esta semana se reúne la mesa sectorial para acordar la convocatoria de plazas de difícil cobertura, que, según ha avanzado, intentarán hacer en abril.
Además, ha recordado que en abril también se adjudicarán las 11.000 plazas "para ver qué ubicaciones quedan sin esos destinos y que puedan ser cubiertas a través de la OPE difícil cobertura". "Es una situación que asumimos que es compleja, pero que urge a tomar decisiones cuanto antes, porque los problemas van a ir a más", ha advertido.
Además de las propuestas que desde la Consejería de Salud hicieron en su día, como retrasar a los 72 años la jubilación voluntaria de médicos, Martínez ha trasladado otra nueva y ha propuesto que el MIR de médico de familia, durante los próximos cinco años, "reduzca su duración a tres años, de una forma transitoria, y que luego estos profesionales, en cuatro o cinco años, puedan recuperar un año de formación". Así, lo que plantea es que estos profesionales puedan "voluntariamente, tener el título de médico especialista, y que, al cabo de cinco años, puedan tener un año más para formarse o volverse a reciclar".
Según ha indicado, "cualquier médico que se forme en Francia, cuando acaba su carrera, sin tener que estudiar un año el MIR, en tres años es especialista en médico de familia" y en Italia, "sin tener que estudiar el MIR, en dos años es especialista en medicina de familia". Sin embargo, ha explicado que "en España, en Euskadi, por tanto, necesita cuatro años para formarse, después de estar un año entero, después de acabar la carrera, estudiando el MIR".
SITUACIÓN "EXTRAORDINARIA Y EXCEPCIONAL"
El consejero de Salud ha advertido de que "estamos en una situación extraordinaria y excepcional" y por ello, plantea "medidas que van a ser arriesgadas, valientes". "Entiendo que seré criticado por ellas, pero tengo que proponer ideas", ha dicho, para asegurar que su objetivo es buscar "la mejor opción para disponer cuanto antes de más médicos y poder completar la formación de estas personas, reciclarse en un proceso posterior, con el compromiso de la Administración, de que al cabo de cinco años tuvieran la opción de tener un año entero para volverse a formar".
"Es una propuesta, una más, de las que estamos lanzando al Ministerio, esperando que alguna de ellas tenga eco y nos ayude a resolver un problema que afecta a todos, no solamente a Euskadi, pero que no vemos ninguna respuesta por parte del Ministerio, y seguimos esperando", ha manifestado.
Esta propuesta para que la formación de los médicos en vez de cuatro años sea en tres, "de manera voluntaria y transitoria", ha dicho que tendría que acordarse con la Comisión Nacional y alcanzar "un pacto ante una situación extraordinaria". Con ello, ha señalado, "conseguiríamos prácticamente en cuatro años duplicar el número de médicos disponibles, y, además, tendríamos la oportunidad de disponer cuanto antes de esos profesionales".
"Este año dispondríamos del doble de médicos, el año que viene también del doble, y así durante cuatro o cinco años conseguiríamos no solamente tener más médicos, sino tener más capacidad de formar a más", ha destacado, para insistir en que "es una situación extraordinaria, requiere medidas extraordinarias, que son arriesgadas, sí, pero son propuestas", ha afirmado.
Alberto Martínez ha asegurado que le gustaría que el Ministerio de Sanidad "nos diera alguna idea, porque hasta ahora no hemos recibido ninguna. "Tenemos un sistema tan estrictamente riguroso, estricto y rígido que hay que tomar medidas, porque realmente la situación es crítica, grave para todos", ha concluido.
Además, en relación a la sentencia del Tribunal Supremo que anula el acuerdo de traspaso que alcanzaron los gobiernos vasco y español para que Euskadi gestione la homologación de títulos universitarios extranjeros, Martínez ha indicado que, tal y como se anunció el pasado viernes, el Gobierno vasco está estudiando la posibilidad de recurso ante el Tribunal Constitucional, "para defender el autogobierno y lo pactado en una relación bilateral", así como para "defender los derechos de miles de ciudadanos que estaban esperando la posibilidad de que nosotros pudiéramos resolverlo".