No están todos, pero se trata de la investigación más exhaustiva de las que se han realizado hasta ahora en el territorio. Más de 10.000 niños y niñas de Gipuzkoa conocieron el exilio huyendo de la Guerra Civil, según han dado a conocer este lunes la asociación Intxorta 1937 Kultur Elkartea y la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Es la fotografía más completa -con nombres y apellidos y un breve historial de sus vidas- de los menores de Gipuzkoa que, sin haber participado de manera directa en la contienda bélica, sufrieron gravemente las consecuencias del conflicto y tuvieron que huir de sus hogares hacia un futuro incierto. Niños y niñas que han podido ser identificados ahora gracias a la investigación realizada durante los dos últimos años por la asociación memorialistl, y a quienes la Diputación homenajeará el 18 de marzo en el Kursaal.
La investigación ha permitido constatar que aún siguen con vida 144 personas a las que ya se ha enviado la invitación para asistir al acto, y se ha habilitado el teléfono 943 113 965 para tratar de localizar a otras personas exiliadas. “Hemos completado la lista en la medida de lo posible. Era un compromiso inaplazable para construir la memoria de nuestro pueblo”, ha señalado el director foral de Derechos Humanos y Cultura Democrática, Ion Gambra, que ha presentado ante los medios de comunicación los datos de la investigación junto a Julia Monge y Josu Chueca, representantes de la asociación Intxorta 1937 Kultur Elkartea.
En concreto, se ha podido identificar a un total de 10.232 personas, 5.053 y 4.960 mujeres, de 56 municipios de Gipuzkoa. "Hemos puesto negro sobre blanco lo que ya sospechábamos, aunque no con una dimensión mayor de la esperada", ha reconocido Chueca, que ha agradecido la implicación de la Diputación para poner nombres y apellidos al sufrimiento padecido. No tomaron parte activa en la contienda bélica pero sufrieron sus consecuencias a una edad muy temprana. La mayor parte huyeron de Donostia, de donde se han localizado 3.681 menores.
Irun, con 1.590 niños y niñas, figura como segunda localidad con mayor número de exiliados. “Estamos hablando de una ciudad que tuvo que vaciarse. Ante los bombardeos de septiembre de 1936, marcharon a Hendaia y a otros municipios cercanos como Urruña, desde donde muchos de ellos se desplazaron hasta Catalunya”, ha explicado Chueca.
Reconocimiento del sufrimiento
Si bien hay menores que regresaron a Gipuzkoa al cabo de un tiempo, otros muchos iniciaron una nueva vida lejos del territorio. Es el caso de Carlos Blanco Aguinaga, irundarra que escapó a Hendaia y se exilió con sus padres en México, donde trabó estrecha amistad con la generación de los hijos de desterrados por la contienda. No volvió a Euskadi "hasta los años 80, ya mayor”, como catedrático de la, por entonces, recién creada Universidad del País Vasco, ha expuesto Chueca a modo de ejemplo.
Otros no regresaron jamás. Por ello, el director foral ha señalado que estas personas exiliadas son "una pieza importante en la construcción de la memoria histórica de nuestro pueblo y de nuestro territorio". El trabajo de investigación ha identificado a otros 609 niños y niñas exiliadas de Hondarribia, y 571 de Pasaia. Tras buscar en varios archivos de toda Europa y recoger testimonios y datos de las personas exiliadas y sus familiares, se han localizado también dos casos en los municipios de Abaltzisketa, Elgeta, Lazkao y Zegama. Las localidades de Altzo, Zizurkil, Zaldibia y Asteasu también figuran en el estudio, con un caso en cada municipio.
"Sin duda, merecen un reconocimiento. Resulta fundamental que afloren, se de a conocer esta realidad y se reconozca el sufrimiento que padecieron estas personas", ha indicado el director foral. "La memoria es un valor necesario para construir una cultura verdaderamente democráctica, basada en el respeto mutuo y la convivencia pacífica, y para evitar caer en errores del pasado", ha añadido.
La mitad de los niños y niñas exiliados pusieron rumbo a Francia. El país galo acogió a 4.840 menores de la guerra, seguido de Catalunya (4.155), Bélgica (580), la Unión Soviética (465) y el Reino Unido, donde iniciaron una nueva vida 312 guipuzcoanos. Hay quienes encontraron refugio fuera de Europa -64 de ellos en países como México, Venezuela, Argentina, Chile o Uruguay-, y también se han identificado otros 459 niños y niñas de los que no se ha encontrado información sobre sus destinos. "Vamos recibiendo respuesta de las 144 personas localizadas con vida a las que se ha mandado invitación, pero es posible que tras la rueda de prensa nos llamen más", ha señalado Gambra, que se ha hecho eco de lo que ha venido ocurriendo en otros llamamientos públicos previos.