El Ayuntamiento de Donostia dispone de un total de 335 locales cedidos a distintas entidades, entre ellos a 187 asociaciones sin ánimo de lucro de la ciudad, que ejercen en ellos sus actividades y celebran sus reuniones. Además, tiene otros 47 locales que están vacíos porque no se encuentran en buenas condiciones. El incumplimiento de la ley de accesibilidad es su problema más repetido.
Sin embargo, y a pesar del elevado número de espacios cedidos a distintas entidades, existe aún una lista de espera de 220 asociaciones que tienen pedido un espacio para desarrollar sus tareas. Entre estas entidades hay una amplia variedad. Incluso, la Diputación y el Gobierno Vasco utilizan espacios de propiedad municipal.
Así lo explica la concejala de Participación Ciudadana, Mariaje Idoeta, que recalca que la adecuación de estos espacios a las actuales normativas de accesibilidad requeriría de un presupuesto con el que el Ayuntamiento de Donostia no cuenta en la actualidad. A pesar de ello, algunos locales sí están siendo transformados, aunque sea de forma sencilla, para darles una nueva vida. Este es el caso, por ejemplo, de la calle Amara 21, que ha servido en los últimos tiempos como almacén para el departamento municipal de Medio Ambiente.
Este espacio ha sido adecentado, se le ha dotado de un servicio y puede ser utilizado ahora tanto por la asociación de vecinos Amara Bai, el colectivo organizador de fiestas Amarajai y Amara Areto Futbol Kirol Elkartea, que han mostrado su satisfacción con su nueva sede.
Otros locales que no se encuentran en las mejores condiciones sirven también para guardar objetos o documentos del Ayuntamiento o de distintas entidades. “Poco a poco arreglamos algunos, que se pueden ceder, pero si no tienen accesibilidad, solo se pueden usar para almacén”, recalca la concejala del PNV.
La Administración local es propietaria de numerosos locales, algunos centenarios y otros de las últimas décadas. Mientras los más antiguos han ido desapareciendo y quedándose en desuso por sus problemas, en los nuevos barrios surgen nuevos espacios, en función de los porcentajes de usos terciarios que las distintas promociones tienen que aportar legalmente al Ayuntamiento.
Cohesión
Idoeta recalca que las instituciones sin ánimo de lucro son “elementos importantes para promover la cohesión social y la participación ciudadanía y contribuir a la ordenación de la ciudad y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía”. Por ello, considera importante la cesión de locales para esta finalidad.
En algunos barrios, además, existen espacios que comparten distintas asociaciones, denominados elkargunes, una modalidad que el Ayuntamiento empezó a fomentar en 2004 y considera interesante porque muchas entidades no necesitan grandes superficies ni horarios sino, simplemente, puntos de reunión. Además, las propias casas de cultura también ofrecen salas de reunión, de modo gratuito en el caso de las asociaciones de vecinos. Los particulares deben pagar.
Aunque el Consistorio cede locales desde hace décadas, en la pasada legislatura se creó una comisión para tomar la decisión de a quién prestar las distintas sedes, “poner orden” y “optimizar la cesión de locales” a las entidades sin ánimo de lucro. Existe un grupo de trabajo que analiza las peticiones recibidas, determina las prioridades y presenta las propuestas de concesión, según explica Idoeta.
Un gran número de departamentos municipales están implicados en la tarea, ya que existen asociaciones de todo tipo: culturales, deportivas, sociales, etc… Pero son el área de Presidencia, del que depende Patrimonio, y Participación Ciudadana los que toman la última decisión. “Cuando un local se queda vacío, Presidencia lo ofrece en primer lugar a los servicios municipales, que tienen prioridad. Si no lo necesitan, o lo desean, se reserva para las asociaciones sin ánimo de lucro”, explica.
En ese caso, se estudian todas las peticiones de asociaciones, incluso de las que no están incluidas en el registro municipal, a quienes se les indica que lo hagan. Desde la implantación del nuevo sistema se han analizado medio centenar de peticiones, que ha analizado la comisión técnica. Después se ofrecen a las entidades y, si les conviene, los aceptan. Aunque la cesión es gratuita, los gastos de agua y luz, por ejemplo, corren a cargo de las agrupaciones.