La transición energética flojea en el Estado de lo más básico, una red eléctrica adaptada a las necesidades del tejido industrial vasco, alineado con la reducción de emisiones de CO₂ pero limitado por las carencias de las arterias del suministro. Según los cálculos del PNV, más de 34.000 empleos dependen del cambio de hábitos en el consumo debido a la exposición de la economía de la CAV a la industria. Y hoy en día no cuentan con una de las principales herramientas para impulsarlo, una distribución óptima a través de Redeia, la antigua Red Eléctrica de España, el operador del sistema eléctrico, desde los núcleos de producción de energía hasta los centros de producción.
El propio presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, admitió ayer miércoles que la red eléctrica actual no puede satisfacer, en estos momentos, el nivel de potencia que demanda la descarbonización de la industria y lo hizo tras una intervención del portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.
“Su gobierno ha apostado por la descarbonización para lograr los objetivos climáticos. Hoy, la industria está muy alineada en esto, quiere invertir y quiere adaptarse, pero necesita acceder a la red eléctrica y la red eléctrica no está preparada para suministrar la potencia que se está solicitando”, señaló Esteban. “Somos muy conscientes de la alta demanda de potencia eléctrica que todos estos cambios implican. Estamos trabajando para mejorar y ampliar nuestra red eléctrica para satisfacer las nuevas necesidades”, admitió en respuesta Sánchez, quien recordó que “tenemos fondos europeos destinados a ello”.
“Hay un proyecto estratégico, el Perte de descarbonización industrial, que creo que va a ser una iniciativa clave para transformar nuestra industria y para ello se están movilizando 11.800 millones de euros de inversión pública y privada”, sostuvo. A esta cuestión, el portavoz del PNV le replicó que cree que “no son conscientes” del problema y subrayó que, de los 900 millones de fondos europeos, el Gobierno solo va a gastar 489 millones. “Queda casi la mitad que no van a utilizar”, señaló.
También recordó que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) recoge que 53.000 millones deben ser invertidos antes de 2030, mientras que las inversiones previstas por el Ejecutivo de Sánchez hasta 2026 son solo 7.000 millones. “No vamos a llegar, hay que modernizar el proceso de planificación, porque no puede ser un esquema cerrado hasta 2026 y luego hasta 2030, sino que tiene que ser algo vivo, y hay que cambiar la ley del sistema eléctrico y ampliar o derogar los límites de inversión”, propuso.
Peso en la economía Vasca
Tras destacar que en Euskadi la industria representa un 23% del PIB y un 23,4% del empleo, Esteban advirtió de que no asumir la inversión que se necesita en redes supone “cierre de empresas, peligro de deslocalización, menos impuestos recaudados y pérdida de empleo”. “En Euskadi nos jugamos 34.000 empleos, por eso estamos muy preocupados. Lo que está en juego, si no toman medias ya y no cambian lo que han aprobado, son pérdida de puestos de trabajo y pérdida de competitividad, así que espero que reaccionen”, recalcó Esteban.
“Compartimos el sentimiento y la preocupación por este tema”, le respondió el presidente del Gobierno español, quien defendió a su vez que el compromiso de su Ejecutivo con la reindustrialización y la descarbonización es “muy relevante”. Sobre la queja expresada por Esteban, Sánchez señaló que recientemente se ha aprobado una modificación de aspectos puntuales de la planificación eléctrica para poder responder rápidamente a la demanda de nuevos proyectos industriales y de descarbonización. “Efectivamente, como ha señalado, por valor de 489 millones de euros, para cubrir necesidades de potencia, para proyectos industriales, de hidrógeno renovable”, añadió.
También resaltó que el Gobierno ha adelantado la planificación de la red de transporte de energía eléctrica para el periodo 2025-30, con lo que se mostró convencido de que “garantiza un suministro eléctrico estable y suficiente para los próximos años”. Asimismo, apuntó que están apoyando a la industria electrointensiva con la prórroga de la reducción del 80% de los peajes eléctricos y aumentando las ayudas para la compensación por emisiones de CO₂ hasta los 300 millones en 2024.
Por otra parte, la Asociación Española de Data Centers (Spain DC) considera que la construcción de redes eléctricas condiciona la llegada a Madrid de 38.000 millones de euros en inversiones ligadas a centros de datos hasta 2030, según las conclusiones del Informe del Sector del Data Center en Madrid 2024-2030 elaborado por la entidad y al que ha tenido acceso Europa Press.