Se calcula que en Euskadi hay más de 70.000 ciudadanos con algún tipo de discapacidad auditiva, una afección invisible. Sin embargo, la cifra podría dispararse en los próximos años ya que la OMS calcula que para 2050 una de cada cuatro personas, es decir más de medio millón de vascos, sufrirá pérdida de audición. Y en una de cada diez será de tal gravedad que requiera rehabilitación. Pero a pesar de ser un problema al alza, no se previenen estas afecciones, y tan solo el 34% de la población vasca revisa su audición una vez al año, según el estudio Inteligencia auditiva: la importancia de la audición. Este trabajo, dado a conocer con motivo del Día Mundial de la Audición que se celebra el domingo 3 pretende mentalizar sobre la importancia de cuidar la salud de nuestros oídos y de acudir a revisión por parte de un experto en audiología de forma anual, y más aún si se notan dificultades.
Los jóvenes son algunos de los principales damnificados de estos trastornos. Especialistas en Otorrinolaringología alertan de que la mitad de ellos perderá capacidades por el hábito de escuchar música con auriculares, junto con la asistencia a conciertos y locales de ocio con música alta. La doctora Lorena Sanz indica que la exposición a ruidos intensos, ya sean puntuales, pero a altas intensidades, como explosiones o disparos, o frecuentes a intensidades moderadas, como discotecas, conciertos, ambiente laboral o el uso prolongado de auriculares "pueden disminuir la audición, incluso hasta llegar a necesitar audífonos".
Por edades, cabe destacar que, a pesar de que son los que más lo necesitan, los mayores de 50 años se revisan menos este sentido que los que tienen entre 35 y 49 años. "Hay que tener en cuenta que la pérdida auditiva va asociada al envejecimiento porque conforme nos hacemos mayores, nuestras células ciliadas, responsables de nuestra audición, van deteriorándose y dificultando cada vez más nuestra capacidad de oír", sostiene Sergio Álvarez, de Oticon. De hecho, según datos de la OMS, más del 25% de los mayores de 60 años padece una pérdida de audición discapacitante.
"Es importante que la población esté concienciada de que muchas de las causas pueden evitarse con medidas de prevención a lo largo del curso de la vida, desde bien pequeños, destacando sobre todo la protección frente a los ruidos fuertes del entorno", afirma Álvarez. "Dependiendo del grado de pérdida auditiva, se necesitará tratamiento y, en función del tipo de pérdida, podrá optar a distintas soluciones siendo la más extendida, los audífonos", comenta Álvarez. En caso de no recibir tratamiento puede "mermar el desarrollo del habla en el caso de los niños, y en el caso de los mayores, implicar un deterioro cognitivo o provocar aislamiento, soledad, así como afectar a la salud mental, siendo causa de demencia o depresión", advierte.